La ubicación del espécimen no será revelado por motivos de seguridad, Bol alertó a las autoridades de Indonesia al respecto
Ciudad de México (N22/ Redacción). – El fotógrafo Clay Bol descubrió a una abeja gigante, que no tardó en llamar “un bulldog volador”. El insecto hembra está catalogado como la abeja más grande del mundo y se creía desaparecida.
La abeja, que fue bautizada como Wallace en honor al naturalista Alfred Russel Wallace, quien la describió en 1858. es originaria de Indonesia. Su especie depende del bosque primario para obtener resina y los nidos de las termitas que habitan en los árboles: forma nidos y usa su mandíbula para recolectar resina de los árboles y protegerlo.
Bol viajó a Indonesa para encontrar un ejemplar de la especie con nombre científico Megachile Plutón. Desde 1981 no se había visto a este insecto, pero el grupo de científicos encontró a Wallace al interior de un nido de termitas en un árbol, a más de dos metros del suelo.
La búsqueda del insecto duró seis días y Bol relata que pasaban 20 minutos inspeccionado un árbol con binoculares, sin embargo, fue hasta que el guía trepó por el árbol y miró adentro con la linterna de su teléfono celular “y notó que algo se movía (…) Saltó porque estaba aterrorizado por las serpientes».
Wallace estaba tranquila intentando colocar resina en su madriguera, “Bol colocó un tubo de ensayo sobre la entrada y engañó a la abeja con hojas de hierba, capturando una criatura que ningún científico ha visto con vida en cuatro décadas”, explicó el portal Wired.
La resina con la que llenan sus nidos puede ser parte de la grandeza de las abejas, en sentido literal. Además de impermeabilizar los túneles, la resina permite que las termitas se alejen, además de que ese aislamiento las mantiene al margen de la vida de las demás especies de abejas.
Aunque Bol atrapó a Wallace por un tiempo breve, la dejó en libertad preocupado por la extinción de la especie, sin embargo, su localización no será revelada para evitar ponerla en riesgo. «Comencé a hablar de inmediato con las autoridades y los lugareños en Indonesia para intentar encontrar una manera de ayudar a protegerlo», dijo Bol.