Del ring a las páginas de un cómic. Luchadores mexicanos protagonizan esta historieta que busca volver a la tradición del cómic de lucha libre en México
Ciudad de México (N22/Ana León).- Es el año de 1985 y un pequeño cruza una calle. Sin mirar hacia los lados, sus ojos se ocupan obsesivamente en las estampas de luchadores que colecciona pensando en que si logra llenar la plantilla podrá cambiarla por algún objeto relacionado con las luchas. Es fanático de este deporte y espectáculo y, por supuesto, tiene a su favorito: Fuerza Guerrera. De pronto, una moto lo embiste y pierde la conciencia. En ese estado imagina entonces que, tumbado sobre el asfalto, es cuidado por un luchador, un superhéroe. La anécdota pertenece a Jesús Cruzvillegas cuyo amor por las luchas lo ha llevado ahora a ser parte de un equipo en el que también están Óscar Benassini, Gala Lutteroth y Ricardo Osnaya, que busca recuperar la tradición del cómic de lucha libre en México. Es por ello que Cruzvillegas junto a Benassini crearon la historia que da vida la Nueva Mitología de la Lucha Libre Mexicana que en su primer número es protagonizada por Sansón, Cuatrero y Forastero, la Nueva Generación Dinamita. El proyecto, que es también del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y de la editorial Sexto Piso, busca volver a la tradición de historietas con una narrativa popular que si bien echan mano de la ficción, sí toma elementos de la vida de los luchadores que la protagonizan.
Este 2018 la lucha fue reconocida como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México. Este año también se cumplen 85 años de la lucha libre en México, una iniciativa de Salvador Lutteroth González. A estas celebración se suma este proyecto editorial que tendrá una periodicidad semestral y que se podrá adquirir en todas las funciones del CMLL y en diferentes librerías. Para conocer más sobre éste charlamos con Cruzvillegas poco antes de su presentación en el Centro Cultural de España en México.
¿Por qué de hacer un cómic sobre la lucha libre?
Empezó, primero, porque Óscar Benassini es fan y un profesional de todo el trabajo editorial. Lleva toda su vida adulta haciendo revistas y además también ha sido partícipe de espacios de reflexión de edición de revistas, en específico. En mi caso, más bien tiene que ver, primero con que soy un fanático de la lucha libre y dos, que durante toda mi infancia y adolescencia fui un consumidor de cómics del Sensacional de Lucha Libre y un interesado en la cuestión de la cultura popular en México. Hubo una época en México en la que se editaban millones de ejemplares de revistas de historietas de diferentes narrativas. Gran parte de la leyenda de personajes como el Santo u otros, estoy hablando de la época de los cincuentas, empezaron con una tradición editorial tipo fotonovelas. Diego Rabasa y Benassini me invitaron, con Gala Lutteroth, para hacer un libro de narrativa sobre la Arena México, entendido no como esta cuestión de parafernalia visual que ya hay muchos ejemplos sobre la importancia y la valorización cultural de las máscaras, del espectáculo, de la tradición, sino más bien de la Arena México como un espacio que se pensó en sus inicios como el Madison Square Garden. La Arena México en la historia contemporánea ha sido un escenario importantísimo no sólo para la lucha libre. Entonces, lo que les interesaba a Rabasa y a Benassini era hacer este libro con ensayistas, cronistas, personas estudiosas de lo social y, también, crónicas de vecinos de la colonia Doctores, el antes y después de la Arena, ese proyecto se quedó en el tintero. Pero lo que se nos ocurrió en esas reuniones es que como acababa de fallecer Universo 2000 (Andrés Reyes) y los hermanos Dinamita son parte de la cultura de este país y fueron fundamentales cuando se volvió a televisar la lucha libre, queríamos era recuperar la tradición del cómic de lucha libre.
Después de haber decenas de revistas especializadas de lucha, las que quedan son plataformas de Internet, más como blogs, por ejemplo. En gran medida el tema de hacer un cómic de lucha libre que se llama Nueva Mitología de la lucha libre mexicana, con el Consejo Mundial de Lucha Libre, es festejar el 85 aniversario de esta tradición, honrar la memoria de Andrés Reyes, Universo 2000; y reconocer e impulsar la trayectoria de un trío de jóvenes (la Nueva Generación Dinamita) que están ganando campeonatos y que a pesar de que son de una familia de tradición de luchadores se les reconoce que no son consentidos, sino que son luchadores con muchas cualidades y capacidades. Es mezclar este cruce coyuntural con el tema editorial, es fundamental.
Lo que se busca es renacer la tradición de cómics o historietas de lucha libre en nuestro país, que es fundamental. Lo que buscamos es que sean nuevas trayectorias, nuevas carreras, es lo que busca el CMLL, ir señalando y mitificando algo que de por sí ya es un mito. Y además, queremos también abordar el por qué de los nombres, por ejemplo. No estamos inventando el hilo negro, sino recuperando, mitificar personajes que de por sí ya son fantasiosos. Eso tiene que ver mucho con narrativa, con cultura popular y sobre todo que en este 2018 la lucha libre mexicana se reconoció por el gobierno de la ciudad como Patrimonio Cultural Intangible. No era que se descubriera el valor cultural, siempre se ha reconocido en el cine, en la literatura, en su aporte al diseño mundial. Se juntaron muchas cosas a nuestro favor.
¿En qué momento desaparecieron los cómics o las historietas de lucha libre?
Creo que la industria del cómic en México en general, desapareció. Es muy marginal, muy diezmada a lo que fue en su momento. Antes editoriales gigantescas, editorial Ejea, Novaro, diferentes periódicos, se dedicaron a la industria del cómic. Ahora es más novela gráfica, pequeñas ediciones, tirajes, más un rollo de nerds que se dedican a eso y no tanto de consumo masivo a pesar de que sí hay un consumo masivo de Marvel, que siempre hubo, o de DC Comics, siempre hubo un consumo masivo de Batman, de Superman, más de Estados Unidos y no tanto de Europa, no se popularizó Asterix, por ejemplo. El tema es que sí dejó de ser popular, masivo [el mexicano]. En el 2000 hubo esfuerzos de figuras consagradas como Blue Demon, El hijo del Santo, pero sí desapareció. Que la Arena México, el CMLL, tengan este interés de sacar un cómic nos parece muy interesante desde lo editorial y desde la cultura popular.
¿Cómo seleccionan a los luchadores que protagonizan cada número?
El hecho de que en el primer número hayamos planteado a la Nueva Generación Dinamita es por el contexto, porque murió su tío. En la vida real es el que les enseñó lucha libre y en el cómic es como un guía espiritual; y en realidad porque son muy buenos. Creo que el tema de las compañías de lucha libre es que tienen carreras que quieren impulsar. Siempre hay apuestas que hacen de diferentes luchadores que quieren poner como estelares, eso no es un secreto y creo que la Nueva Generación Dinamita tienen el potencial y van para estrellas de la arena. También que son carreras jóvenes que tienen un perfil que se le pueda meter ficción. Este número sí fue más fantasioso. Presentar a los personajes, presentar el cómic, pero para el segundo y los siguientes buscamos temas de reflexión, del contexto social, por ejemplo, en el número dos viene el Soberano Jr. que en la vida real tiene una historia personal de migración. También están otros personajes contrarios a los buenos, guapos, que respetan la ley. Cada número tendrá un perfil diferente. Al final, queremos que sea una novela gráfica en forma, una historia un poco más elaborada, con una trama más compleja.
¿Buscan convertirlos en una especie de superhéroes o les interesa algo más real. Es decir, sí mitificarlos pero en contextos más sociales o es sólo ficción?
Claro, son superhéroes porque le das una connotación especial a alguien que brinca muy alto, alguien que es muy bueno con llaves, es toda una cuestión de muchos elementos fantasiosos tradicionales.
¿Ellos que tanto participan cuando construyen la historia?
Para este número en concreto fueron fundamentales. Nos reunimos varias veces, nos contaron sobre su pueblo. Ellos tienen un tema de arraigo muy importante porque son de Lagos de Moreno. Lagos de Moreno es reconocido mundialmente por la familia Dinamita, por Carmelo, por Chucho Reyes y Andrés Reyes. La mayoría de este primer número de Mitología se desarrolla ahí con personajes tradicionales como La Llorona, que obvio es general, pero hay una Llorona que se aparece en Lagos de Moreno. Sansón se enfrenta a la Llorona, una medio Dalila; luego está un carruaje que es conducido por el Diablo, luego hay un cerro que se llama la Mesa donde dicen que hay tesoro y tienen que enfrentarse a una serpiente para poder tener el tesoro… Es bucólico. Ellos fueron coguionistas de la historia.
¿Qué dice de México y de la sociedad mexicana la lucha libre?
La lucha libre en general, y por mi experiencia como fanático, es una obra escénica, deportiva, que requiere de mucho esfuerzo y mucho sacrificio. Eso nos habla de esta cultura que a veces tenemos del sacrificio, que tienes que fregarte y este rollo del privilegiado. La carrera de los luchadores es muy sacrificada, muy ingrata y pocos son realmente los que lo logran. Nos da esta cultura del esfuerzo que es muy buena y un poco engañosa. No sé qué tanto esta medio victimización de un perfil nacional, si es que existiera, tiene que ver con eso, la cultura del esfuerzo.
Creo que es un espectáculo que nos muestra lo mejor y lo peor de nosotros. La gente va y dice mil groserías, se agarran a madrazos, es un coliseo, pero al mismo tiempo es un trabajo, una tradición, es indispensable para algunas personas este patrimonio porque genera, además, empleos, genera el sustento de muchas familias pero justo también hay explotación, un sesgo de explotación a sus trabajadores y hacia los luchadores. No todos tienen prestaciones, seguridad social, atención médica especializada. Nos muestra este glamour, esta cosa súper bonita que podemos enseñar al mundo, que nos maravilla y es un poco también como el payaso de la ópera.
Simbólicamente habla mucho de nosotros en tanto que no hay respeto a la legalidad y lo damos por hecho, lo damos como algo nuestro. El tema del réferi es testimonial, no tiene arbitrio de nada, al contrario, el réferi que respeta la ley es “el raro”. No hay respeto al réferi, al árbitro y eso habla mucho de nuestro cotidiano, de lo legal, y se ve dramatizado como una comedia, se caricaturiza.
Este viernes en la Arena México se ofrecerá una función de homenaje a Jesús Reyes, alías, Máscara año 2000, que es tío de la Nueva Generación Dinamita. Antes de la función habrá una firma de autógrafos de los protagonistas del cómic y de su padre, el legendario Cien Caras. El costo del cómic que es de 120 pesos. El siguiente número será protagonizado por Soberano Jr. Niebla Roja y el Ángel de Oro.
Imágenes: Centro cultural de España en México