Thomas Ruff, contra el instante

Si la fotografía no informa y se niega al instante, no necesariamente responde a la realidad y puede ser manipulada, ¿a qué hace referencia? 

 

Ciudad de México (N22/Ana León).- Harun Farocki nos pide desconfiar de las imágenes, la forma en que son usadas, la manera en la que cuentan cosas, su efecto en la conformación de sentido. Al mismo tiempo, Georges Didi-Huberman nos dice que “todas las imágenes del mundo son el resultado de una manipulación”. Si atendemos a ambos, el primero un cineasta alemán fallecido en 2014; el segundo, un francés historiador del arte, tal vez podamos acercarnos con más recursos al trabajo del fotógrafo conceptual, Thomas Ruff.

Ruff, de origen alemán, expone en la galería OMR fragmentos de su obra. Ésta, su primera exhibición individual en una galería en México, es una pequeña ventana que nos permite tan sólo meter la cabeza al trabajo de este fotógrafo que desde hace casi cuatro décadas se dedica a la construcción de imágenes con una marcada pureza en el registro y una calidad obsesiva en el detalle. Eso, claro, no nos dice mucho de la misma. En ésta, Ruff busca romper la relación entre el instante, la fijación de un fragmento del tiempo en una imagen, y la función de la imagen, la de contar una historia, por ejemplo. Si la fotografía pierde estas dos cualidades, ¿a qué hace referencia?, ¿cuál es su objetivo, su sentido?

 

Entramos a la sala: del lado derecho, un retrato de un hombre en gran formato; del lado izquierdo, el de una mujer también en gran formato. Ambos retratos piden hacer una pausa. Colocarse al centro de la sala y preguntarse: ¿dialogan? Heredero de las enseñanzas de Bernd e Hilla Becher, ambas imágenes reflejan un ánimo realista y de objetividad, y una inexpresividad absoluta en el gesto del fotografiado, no así en el del espectador. ¿Hay algo más allá de la superficie? ¿Debe haber algo más allá de la superficie (ascética, perfecta)? El autor se posiciona respecto a la imagen que “trabaja”, el espectador respecto a la imagen que éste le ofrece.

 

Parte de la camada de la llamada Escuela de Düsseldorf, en la que también se encuentran Andreas Gursky, Candida Höfer, Axel Hütte y Thomas Struth, Ruff ha buscado redefinir el significado de la fotografía creando imágenes con o sin cámara. Él trabaja con las imágenes como ha dicho en entrevistas. Lejos está la idea de capturar la realidad. Casi al finalizar los años ochenta empezó a trabajar con imágenes apropiadas de Internet, de revistas, que son intervenidas. En la exhibición, por ejemplo, se muestra ma.r.s 04 (2014), la imagen del planeta rojo captado por la NASA fue reapropiada por el fotógrafo al agregar nuevas tonalidades a la original creando un nuevo paisaje, ¿sigue siendo Marte?

La tecnología que ha promovido la creación de imágenes que inundan Internet es tomada por Ruff como una herramienta más para cuestionar lo que éstas dicen o se quiere que digan no sólo por el contenido si no por su nitidez o la falta de, al tiempo que elabora un un comentario sobre la tecnología, la cultura, la política y el espacio. ¿Cómo miramos estas imágenes, cómo las hacemos visibles? ¿Es su objetivo ser vistas o permanecer ocultas? Escribe John Berger en Modos de ver: “Lo visible no es más que el conjunto de imágenes que el ojo crea al mirar. La realidad se hace visible al ser percibida. Y una vez atrapada, tal vez no pueda renunciar jamás a esta forma de existencia que adquiere en la conciencia de aquel que ha reparado en ella. Lo visible puede permanecer alternativamente iluminado u oculto, pero una vez aprehendido forma parte sustancial de nuestro medio de vida. Lo visible es un invento. Sin duda, uno de los inventos más formidables de los humanos.”