La exposición condensa los aprendizajes en la forma simple de la silla, la figura que considera la más humilde de la arquitectura
Imagen: Galería Kurimanzuto
Ciudad de México (N22/ Redacción). – La Galería Kurimanzuto presenta «Sillas de México», una exposición del arquitecto y diseñador Oscar Hagerman que resalta la importancia de sus aportaciones teóricas, prácticas y estéticas para la creación de diseños apegados a la vida común.
La muestra también habla sobre el trabajo social en las comunidades rurales de México y sobre los procesos de construcción. Está compuesta por una selección de cinco diseños con ocho variantes de sillas creadas a lo largo de su carrera. Cada una representa las reflexiones creativas del Oscar combinadas a su cercanía con artesanos de distintas regiones del país.
“He tratado de que las construcciones se hagan de una manera sencilla, tal como las personas en las comunidades las saben hacer, Cuando uno trabaja de esta manera, lo nuevo armoniza con lo que existe y la gente está contenta”, de acuerdo con Hagerman.
El origen de esta reflexión es la silla Arrullo (1969), basada en un modelo popular que luego de ganar premios de diseño fue introducida nuevamente a los talleres de artesanos locales y comenzó a reproducirse en todo el país.
Hagerman nació en La Coruña, España, en 1936, vino a México cuando tenía 15 años. Estudió en la Facultad de Arquitectura en la UNAM y al terminar, trabajó en la cooperativa Emiliano Zapata en Ciudad Nezahualcóyotl. Recibió el premio del Instituto Mexicano de Comercio Exterior en 1974. Su arquitectura se caracteriza por evocar la sencillez.