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Ramón Vargas se presentará el sábado 23 de junio a las 7 de la noche en el Palacio de Bellas Artes
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Imagen: Cenart
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Ciudad de México (N22/ Víctor Gaspar). – En 1982 una joven promesa del canto debutaba en Falstaff de Verdi, en el Palacio de Bellas Artes bajo la dirección de Eduardo Mata y el montaje de Juan Ibáñez. Han pasado ya 35 años de ese momento y la carrera de Ramón Vargas es reconocida nacional en internacionalmente. El tenor celebrará en ese mismo recinto esta fecha, pero recuerda que fueron el trabajo y la perseverancia pilares clave en una profesión que también tuvo momentos difíciles.
“Tuve una experiencia más significativa con algo que nunca he dicho públicamente. Pero una de las personas que yo más admiraba como músico cuando yo estaba estudiando, tenía unos 18, 19 años, me dijo: ‘mira, yo creo que para la ópera no. Yo creo que tienes una linda voz para el canto, pero para la ópera no creo. Estas perdiendo el tiempo’. Me sorprendió lo que me dijo, pero no me desanimó. Yo creo que eso es algo que tenemos que tener los cantantes y los artistas en general: confianza, perseverancia, pasión, eso te hace mantenerte y no querer salirte de lo que tú quieres y lo que quieres”.
Fue también en 1982 cuando obtuvo el premio Carlo Morelli, al que se han sumado otros como el Lauri-Volpi en Italia (1993) o el Ecko Klassic en Alemania (2001).
“Yo creo que el arte en general te debería volver mejor persona. Yo creo que el arte te sensibiliza, te da la oportunidad de ser generoso. Ser generoso no porque vas a ganar más o vas a atender más fama, sino porque a veces hay cosas que no es necesario hacer y las haces, aún de manera interpretativa”.
Vargas refrenda su compromiso y fe en el arte porque “México necesita trabajo, necesita educación y necesita cultura, eso nos va a transformar y hará que la gente busque otras aspiraciones a solamente muchos jóvenes que no tienen ideales, a volverse ricos de manera fácil verlos a través de lo que sea. Es una de desvirtualización de muchos puntos éticos de la persona”.
Ramón Vargas se presentará el sábado 23 de junio a las 7 de la noche en el Palacio de Bellas Artes con piezas de Donizetti, Mozart y Verdi bajo la dirección de Srba Dinic al frente de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
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