Gilberto Bosques, el diplomático que cambió su libertad por la de miles de refugiados europeos

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Diplomático durante el gobierno de Cárdenas en varios países, se sabe que Bosques salvó a alrededor de 30 mil personas durante la Segunda Guerra Mundial 

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Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- Al ser ocupada Francia por los nazis, se persiguió a los migrantes, especialmente a los que se asumieron antifascistas. Muchos recorrieron Europa para escapar. Se perdieron generaciones de intelectuales de Europa en donde hubo personas como Walter Benjamin, quien se suicidó al no poder pasar la frontera entre Francia y España. Pero hubo otros que pudieron reiniciar su vida gracias a la protección que logró Gilberto Bosques, embajador de México en Francia que, con el apoyo del entonces presidente Lázaro Cárdenas, salvó a miles de ellos que llegaron a México a cambio de que Bosques y su familia quedaran arrestados en Europa.

“No hay una cifra exacta, pero fueron varios miles, desde luego los más numerosos fueron los españoles, los que habían pasado, al terminar la guerra en España, a Francia. México los protegió”, cuenta Laura Bosques en entrevista, hija del ex embajador. “Había no sólo españoles, había polacos, checoslovacos, franceses, porque México fue muy amplio en la protección en ese momento.”

Tras la expedición de visas y la negociación para permitir que los inmigrantes, refugiados en dos castillos en Marsella, cuyo alquiler pagó México, salieran de Europa, Gilberto Bosques y su familia fue llevado a un refugio donde permaneció durante la Gran Guerra. “Mis papás eran maestros y nos tenían siempre muy informados, nos hacían ver las cosa con toda su verdad.”-¿Qué sentía usted? –Miedo no. Mi papá y mi mamá nos decían: ‘Ustedes no deben tener miedo, no hay por qué’.

“Salíamos a ver los bombardeos en una terracita que teníamos. Y vimos todos porque estábamos a treinta kilómetros de Colonia, era poca la distancia. Además, la zona era la industrial, era muy bombardeada. Pero no tuvimos miedo. Afortunadamente no pasó nada trágico.”

Gilberto Bosques rechazó que se le llamara héroe y negó homenajes por haber salvado a miles de migrantes europeos, “no lo aceptó más que una vez, para todo el personal en Bellas Artes, y nada más. Había comiditas, en fin. Pero él siempre dijo ‘no fui yo, fue México’. -¿Le incomodaba que le dijeran héroe? -¡No lo aceptaba! ¡No! Las familias que se quedaron en México siempre estuvieron agradecidas con él, “lo quisieron mucho, lo buscaban durante décadas”.

Gilberto Bosques nació en 1892 en Chiautla de Tapia, en la parte sur de Puebla. Llegó a la capital del estado muy pequeño, en 1904. De joven se unió a Aquiles Serdán. Se unió a la Revolución y durante ella conoció al general Cárdenas. Después de la Revolución fue director del periódico El Nacional, luego diputado y durante el gobierno de Cárdenas fue diplomático en varios países. Estuvo en contra de la persecución de judíos. Murió en 1995. Se calcula que salvó a 30 mil migrantes.

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