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Arquine publica dos ediciones sobre la obra de los arquitectos Vladimir Kaspé y Jorge Hernández de la Garza
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Imagen: Detalle de la fachada del Centro Deportivo Israelita, diseñado por Kaspé
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Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- La obra que los arquitectos Vladimir Kaspé y Jorge Hernández de la Garza construyeron en México, se imprime en los libros La búsqueda de un todo arquitectónico y Estilo, estrategia y escala, respectivamente, que publica el proyecto editorial Arquine como parte de la colección Arquitectos mexicanos de la modernidad.
Miquel Adrià, director de Arquine, sobre la llegada de Kaspé (República Popular de China, 1910-Ciudad de México, 1996), arquitecto nacionalizado mexicano, señaló que éste “llega a México de la mano de Mario Pani, gran arquitecto de mitad del siglo XX, que lo invita. Habían estudiado juntos en París, ya con la presión Nazi sobre Francia, Vladimir Kaspé de origen ruso judío, se iba a ver con severas dificultades y Mario Pani le manda un boleto”.
Para este constructor ruso, la creación arquitectónica debía basarse en el equilibrio de la multiplicidad de los factores que la componen. Entre sus diseños se encuentran el Liceo Franco-Mexicano y el Centro Deportivo Israelita, en la Ciudad de México. Por su parte, el mexicano Jorge Hernández de la Garza dibujaba sus obras a manera de caja que giraba y se desdoblaba de acuerdo con el uso y las características del usuario. Algunas de las imágenes que integran el libro fueron tomadas por el mismo Hernández de la Garza, fanático de los encuadres.
Para Adrià el trabajo de De la Garza “no es una arquitectura de objetos, de burbujas, no es una arquitectura hecha de globos, sino que es una arquitectura hecha de planos, un poco como el mismo libro trata de expresar con estas páginas que se van desdoblando, el libro trata de ser una representación, también una interpretación esa arquitectura sumamente clara, modernista, de líneas y encuentros de planos.”
Para el arquitecto “es fundamental no dar por hecho que la arquitectura es un evento cultural, sino que es algo que tenemos que construir día a día, y pensamos que haciendo estos libros es una manera de juntar esas obras repartidas en la ciudad, repartidas a veces en el paisaje, y que el libro pues se convierte en un instrumento para entender que la arquitectura efectivamente es un fenómeno cultural”.
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