Xahni, la muñeca bilingüe

  • «La innovación de Xahni, además del dispositivo electrónico para hablar, es que se acerca más a la vestimenta que actualmente usa la población otomí que se encuentra en las ciudades».

Querétaro, 10/01/17, (N22/Conacyt).-  Un grupo de
investigadores egresados de la carrera de antropología de la Universidad
Autónoma de Querétaro (UAQ) fundó Yosoyoho, una empresa enfocada en el
rediseño, fabricación y distribución de juguetes populares mexicanos que,
además de atractivos para la población infantil, juvenil y adulta, incentivan
el rescate del idioma otomí (hñähñu) en el estado de Querétaro.

El
proyecto Yosoyoho, impulsado por Laura Arciga Hernández, Julieta Aguirre
Jiménez, José Alfredo Reyes Lugo y Román Sauza López, decidió lanzar un primer
juguete llamado Xahni, muñeca otomí que, a diferencia de las tradicionales,
cuenta con un dispositivo electrónico que le permite reproducir frases en otomí
(hñähñu) y su traducción al español. En unos cuantos meses, la muñeca con esta
innovación tecnológica ha generado un interés importante a nivel nacional e
internacional.
Román
Sauza López, socio fundador de Yosoyoho, informó que este proyecto tiene un
antecedente de más de seis años, durante los cuales los integrantes de este
grupo realizaron investigación social con comunidades indígenas del municipio
de Amealco de Bonfil, en el estado de Querétaro.
“El
proyecto de Yosoyoho y la creación de la muñeca Xahni tienen un contexto
sociolingüístico, nosotros estábamos involucrados en temas relacionados con la
población indígena. Ese fue el común denominador y detonador de este proyecto,
había personas que estaban trabajando con mayahablantes y otros con otomíes de
las regiones del semidesierto en Amealco de Bonfil; ahí pudimos palpar lo que
viven estas poblaciones más allá de los libros de texto, es decir, dentro de la
experiencia profesional. Después de juntarnos decidimos que teníamos que hacer
algo para mejorar las condiciones de vida de estos pueblos indígenas. Tras esos
seis años de experiencia pudimos ver que uno de los problemas en esas
poblaciones es que están dejando de lado la lengua indígena para sustituirla
por el español y, por otra parte, existe un desconocimiento de la lengua y
tradiciones en los contextos urbanos”, señaló.
Otra
de las motivaciones, de acuerdo con Sauza López, fue borrar los estigmas que
los núcleos urbanos generan sobre los indígenas, en el sentido de que se les
etiqueta como personas introvertidas, que no se adaptan a los contextos
culturales donde migran.
“La
innovación de Xahni, además del dispositivo electrónico para hablar, es que se
acerca más a la vestimenta que actualmente usa la población otomí que se
encuentra en las ciudades. A la muñeca le pusimos tenis, que en el imaginario
de los no indígenas parece algo inaudito; de hecho, lejos de lo que mucha gente
piensa sí los usan, por los largos trayectos que caminan, incluso, muchos de
ellos traen hasta teléfonos celulares. La interacción cultural, el acercamiento
que han tenido esas culturas con otras, al ser migrantes, los hace adoptar y
apropiarse de estos accesorios. Por eso Yosoyoho busca que no se folclorice la
cultura, queremos hacer ver a la gente, a través de la muñeca, que toda la
cultura es dinámica, cambiante, no queremos que se les vea como piezas de
museo. Hay que rescatar la vestimenta tradicional de los indígenas, pero
Yosoyoho va más allá de eso, tenemos que mostrar a la gente una visión
contemporánea del otomí”, indicó.
Artesanía con innovación tecnológica
Por
su parte, el socio de Yosoyoho, José Alfredo Reyes Lugo, precisó que la muñeca
Xahni es un proyecto interdisciplinario en donde se conjuntó el trabajo de
comunidades indígenas de Santiago Mexquititlán, municipio de Amealco, artesanos
urbanos y especialistas de la Facultad de Ingeniería de la UAQ y del Instituto
Tecnológico de Querétaro (ITQ).
“El
proceso de producción de la muñeca es complejo: El prototipo surgió a partir de
una lluvia de ideas e investigación realizada por los socios, se le pasó la
idea al diseñador gráfico; después se mandó a confeccionar con cinco familias
otomíes, algunas asentadas en Amealco y otras que migraron a la ciudad de
Querétaro. Posteriormente, las muñecas llegan al equipo de artesanos urbanos
que se encarga de los bordados de las frases en la vestimenta. Esto lo hacemos
porque cada una de las palabras debe ir bien escrita, y para eso nos basamos en
el diccionario otomí (hñähñu) que publicó el gobierno del estado de Querétaro
en el 2015 con la colaboración del investigador de la UAQ, Ewald Hekking, y el
Departamento de Lenguas de la Facultad de Filosofía. Esto lo hacemos para que
todas las palabras y frases estén gramaticalmente bien escritas”, puntualizó.
Al
término de este proceso, indicó Reyes Lugo, se instala en las muñecas el
dispositivo electrónico y se hace el ensamble final en su caja, que también es
un proceso artesanal.
“En
el área de ingeniería tenemos a dos colaboradores: Jafet Jordán García Rojas y
Moisés Daniel García Rojas, y otros dos colaboradores que están vinculados
directamente, que son Alfonso Serafín Muñoz Buenrostro y Sonia Sauza López , lo
que da un total de 30 personas en todo el proceso. Algo que también hay que ir
desdibujando es que en la confección de las muñecas otomíes solo participan
mujeres, también hay hombres, niños y jóvenes. Con este trabajo comunitario
hemos logrado detonar una actividad económica que beneficia a estas familias de
Santiago Mexquititlán”, aseveró.
En
ese sentido, la socia fundadora de Yosoyoho, Laura Arciga Hernández, explicó
que, en lo que respecta a las frases que dice la muñeca, se diseñaron de
acuerdo con el público al que se quería impactar, que va desde niños, turistas
y familias.
“El
primer circuito se enfocó en los pueblos y tradiciones de los pueblos
indígenas, con frases que van desde el saludo hasta las que suelen escucharse
en sus festividades, así como elementos como el maíz y el agua. Hay otro dispositivo
básicamente de aprendizaje para niños donde se muestra cómo se dicen los
colores y los animales. Hay un tercer circuito que va dirigido a los turistas
con frases alusivas a que visiten el estado o las comunidades otomíes. Estamos
trabajando en un cuarto circuito, que va enfocado a la familia, esto a
solicitud de una persona que es madre soltera y que se acercó a nosotros para
hacernos esa solicitud, con frases como ‘Te quiero mucho, mamá’, ‘Gracias por
estar conmigo’ y otras. La persona que hace la voz es Angélica Ruiz, quien está
coordinando lo que es la confección de las muñecas. Decidimos que fuera ella
porque en las comunidades indígenas los encargados de transmitir la lengua de
manera oral son los abuelos, porque conocen más de su entorno, palabras y
tienen la autoridad comunitaria”, explicó.
Xahni en el extranjero
Hernández
detalló que, tras la presentación que hicieron de la muñeca en la Facultad de
Filosofía de la UAQ el pasado mes de abril, se generó un gran interés no solo
en Querétaro sino también en otros estados de la república e incluso, otros
países.
«Gracias
a la difusión en medios y redes sociales, la muñeca ha tenido una gran
aceptación, nos han contactado de varios estados de la república para
adquirirla y hasta de otros países, como Estados Unidos, Francia, España e
Italia; ha rebasado nuestras expectativas. Habría que agradecer también a las
facultades de Filosofía, Ciencias Políticas y Sociales, Bellas Artes,
Contaduría y Administración, que estuvieron en este proceso. Ante este
crecimiento queremos aclarar que no estamos cerrados ante un posible proceso de
industrialización de estos juguetes tradicionales, pero vamos a seguir
manteniendo, en la medida de lo posible, el elemento artesanal que tiene la
muñeca incorporando a más familias indígenas, artesanos urbanos y antropólogos,
porque otra de las líneas de este proyecto de Yosoyoho es hacer una consultoría
que promueva el trabajo de investigación en esas comunidades», advirtió.
En
ese contexto, la socia fundadora de Yosoyoho, Julieta Aguirre Jiménez, aseveró
que, ante el contexto histórico de dominación que han sufrido los indígenas
otomíes y los estigmas que se generan en esas comunidades respecto al uso de su
propio idioma, el grupo, la muñeca Xahni busca revitalizar el uso del otomí
(hñähñu).

«Xahni
significa ‘transmitir conocimiento’ o ‘enseñar’, aunque, me han dicho algunos
lingüistas que también significa “rocío de la mañana”. En nuestras
investigaciones hemos identificado que en Santiago Mexquititlán, una de las
comunidades más importantes de Amealco donde radica una cantidad importante de
población indígena, se está dando una desaparición terrible de la lengua, lo
que no solo está pasando en México sino que es un proceso global. Los
lingüistas advierten que a partir de los noventa, muchas de las lenguas
minoritarias están en peligro de extinción. Cada año desaparecen 25 lenguas en
el mundo, por lo que el otomí se puede convertir en una de las lenguas muertas
de México. Entonces, lo que quisimos con Xahni fue revitalizar la lengua
conjuntando, tanto la muñeca, que es la parte artesanal y tradicional, con la
innovación tecnológica, que es el dispositivo para que hable”.
Imagen:Conacyt
17AM

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