- «Lo agradezco y mucho, aunque debo decir que el jurado recompensa a un músico cuya creación se atiborra más que de estrenos, de cancelaciones»: Julio Estrada.
Por Alberto Aranda
Ciudad de México, 07/12/16, (N22).- “Si mi obra se aproxima aquí o allá, al silencio, lo atribuyo a mi norma ética y estética que no quiere protegerla, sino solo esperar a que en su adultez la defiendan, acaso la mirada juiciosa del experto o la mano del intérprete que pueda tocarla o desee resarcirla”, dijo el compositor Julio Estrada.
En una ceremonia muy poco ortodoxa se le hizo entrega de la medalla Bellas Artes al Doctor Julio Estrada por sus aportaciones a la música, desde la composición, interpretación, docencia e investigación.
“Es sumamente difícil definir tanto la música de Julio Estrada como al creador Julio Estrada, es un irreverente, sí lo es por supuesto, es un sabio del siglo XXI también, aunque lo niegue, multifacético, es un monstruo, ya lo hemos oído y es una generosidad también inagotable”, expresó Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general de Bellas Artes.
“Mi exigencia de hace tantas décadas me apartó pronto de la mesa del compositor que activaba su talento al aplicar recetas. Esa comodidad relativa no coincide con el apremio incisivo de mis fantasías, de ahí que opte por escarbar del sueño a la razón y no llevarme al éxito inmediato. El contraste, no componer sino crear ensayos sin reparos para convertir el imaginario a una realidad musical nueva”, agregó Estrada.
“Para la Secretaria de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes, es un honor hacerte entrega de la Medalla Bellas Artes por tu labor constante, incansable y comprometida con la creación, distinción que reconoce tu brillante y prolífica trayectoria con la cual has contribuido notablemente al desarrollo musical de México”, añadió Ramírez Cárdenas.
“Recibo hoy la Medalla de Bellas Artes que junto a Isabel Beteta, José Ramón Enríquez, Francisco Hernández, Manuel Larrosa y Federico Silva otorga este instituto en 2016. Lo agradezco y mucho, aunque debo decir que el jurado recompensa a un músico cuya creación se atiborra más que de estrenos, de cancelaciones. Señales bastante claras para no suscribir compromisos artísticos ajenos a la línea inequívoca y sin sarcasmo de mi clausula ‘que se toque’”, concluyó Estrada.
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