«Por breve herida»: una cita dental y el recuerdo de Francis Bacon

  • Desde su libro Saña, Francis Bacon ya ocupa un lugar primordial en la obra de Margo Glantz. Su obsesión por el grito como símbolo del horror, la boca desdentada o con dientes deformes y a veces ensangrentados, también aparecen en Por breve herida.


Por Irma Gallo
Ciudad de México, 11/10/16, (N22).- “Desde las primeras sesiones con el dentista
pensé que era muy interesante escribir una cosa sobre esas sesiones y sobre la
espera y la lectura”, comentó la narradora Margo Glantz.

Esa escritura constante, en la
sala de espera del dentista, culminó después de 16 años en la novela más
reciente de Margo Glantz, Por breve
herida
(Sexto Piso, 2016), en la que los dientes, la boca, el pintor
Francis Bacon y la música juegan un papel fundamental.
“Pero este libro seguía latente,
latente, latente, fragmentario y el dentista seguía permanente. Y yo seguía
preocupada por esas sesiones y por esa ritualidad que escindía mi vida en dos
mitades absolutamente indiferenciables o diferenciables, mejor dicho: por un
lado estaba yo en el consultorio del dentista leyendo con la boca abierta o
estaba viajando, o estaba con mis amigos, o mis nietos, estaba yo con mis
hijas, o estaba yo lavándome los dientes pero en mi casa, y eran como dos mundos.
Y dije: ese mundo lo tengo que recrear de alguna manera, bien recreado hasta
que salió”.
Desde su libro Saña, Francis Bacon ya ocupa un lugar
primordial en la obra de Margo Glantz. Su obsesión por el grito como símbolo
del horror, la boca desdentada o con dientes deformes y a veces ensangrentados,
también aparecen en Por breve herida.

“Es más, algunos fragmentos de Saña reaparecen en este libro porque me
parecía que era importante y porque siento que como digo ahí: ‘El orden de los
factores en literatura altera el producto irremediablemente’, pero él como
pintor, desde que lo vi por primera vez cuando era yo agregada cultural en
Inglaterra, vi una exposición de los pintores ingleses del siglo XX y uno de
los pintores que más me impresionó fue Bacon, a quien yo no conocía”.
A Glantz le pareció muy singular
el hecho de que él repitiera más de 40 veces la misma imagen, y que esa imagen
estuviera siempre con la boca abierta, gritando. “Me parecía una imagen muy
nítida y muy metafórica de lo que significa el horror.Entonces empecé a juntar
dientes por todos lados: los míos y los de los grandes escritores, los de
Bacon, todos los que yo podía y me encontré con que a todo el mundo le fascinan
y le obsesionan los dientes”.

Por Breve Herida se presenta este viernes en el marco de la Feria
Internacional del Libro del Zócalo, en punto de las 18:00 horas.

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