«Tratado de las espirales»: el lugar donde lo onírico es verdadero

  • A través de quince relatos, con una serie de paisajes y acontecimientos peculiares que evocan una ilusión, el autor pone a trabajar la creatividad del lector, creando una obra literaria original del género fantástico. Podría decirse que es un texto escrito por un soñador.




El tiempo habría de
evidenciar lo que la superstición dictaba: otras muertes habrían de
relacionarse con las anotaciones de Gabriel Sacirse.
Por Adrián Escalona
Ciudad de México, México, 15/06/16, (N22).- Los sueños son una
parte fundamental del proceso creativo y son incluso lo más próximo a una
segunda realidad, ya que el ser humano pasa aproximadamente la tercera parte de
su vida durmiendo.
Según Sigmund Freud,
el contenido de nuestros sueños está relacionado con nuestros deseos. Carl Jung
tiene ideas similares a Freud, pero cree que los sueños son algo más que la
represión de deseos del inconsciente, él cree que son una revelación del
inconsciente personal y colectivo, a diferencia de Freud quien considera que
los sueños son muy personales y no pueden seguir un patrón.

Ella insistía en la
normalidad de los impulsos que me dominaban en la vigilia: “Es solo la
realidad”, decía, “Para eso estamos aquí. Para interpretarla. Después de todo,
estamos progresando”.


Tratado de las
espirales
(Atrasalante, 2015) es la segunda publicación de cuento de
Víctor Roberto Carrancá, un libro presentado de manera onírica, en donde una serie
de historias narradas por distintos personajes nos muestran al sueño como algo
tangible y que devora todo a su paso. El Dr. Gabriel Sacirse, es el conductor
que nos guía por estas narraciones, que poco a poco se van hilando para darse
cuenta que Sacirse simplemente se encuentra en un profundo sueño.
A través de quince relatos, con una serie de
paisajes y acontecimientos peculiares que evocan una ilusión, el autor pone a
trabajar la creatividad del lector, creando una obra literaria original del
género fantástico. Podría decirse que es un texto escrito por un soñador.
Un cuento que en lo
personal llamó mi atención lleva por título “El hombre de los tacones”. Narra un fetichismo muy peculiar de
un hombre mayor con afición por el calzado y este fetiche lo mantiene cuerdo,
los tacones eran simplemente el recuerdo de una madre fallecida. Las largas
notas de pie de página en este texto, dan cuenta al extenso universo creado por
Carrancá.

Mi fantasía, el
ejercicio simple de una mente aburrida, se ha tornado en una fijación imposible
de evadir. Como los pensamientos obsesivos y recurrentes (la imagen de un
pantalón mal doblado, de una corbata arrugada, el sonido de un segundero o una
gota necia), que acosan a uno durante la noche y que martillan, martillan,
martillan. 


Imagen:http://bit.ly/25YmZQv
             http://bit.ly/1PuweLh
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