Pitillo, el payaso que quiere reivindicar la profesión

  • Nuestro papel en la sociedad buscar una identidad en nuestra sociedad que nos identifique como algo positivo. 

Por Alejandra Flores
Ciudad de México, 27/05/16, (N22).- Él es Hugo Martin, aunque prefiere que le digan Pitillo, su nombre de batalla en los
circos. Payaso por elección, eligió los
escenarios que su padre le enseñó a respetar, a querer y a disfrutar.
“Un payaso no es solamente el que se presenta en un circo,
hay payasos teatrales, sociales, de fiesta infantil. Nuestro
papel en la sociedad buscar una identidad en nuestra sociedad que nos
identifique como algo positivo. Y Bernard Poen, que es un payaso alemán dueño de un circo decía que ‘el insulto no debe ser payaso, debe ser político’”,
comentó Pitillo.
Peruano por nacimiento, Pitillo se encuentra
en nuestro país para cumplir un propósito
que le nace como una necesidad imperiosa: reivindicar la profesión, su
profesión y la de miles de personas mediante el libro El manifiesto del
payaso.
“Creo que hay sinónimos
peyorativos hacia nosotros e incluso muchos payasos sienten vergüenza
de que les digas payasos y hemos dejado de disfrutar nuestra identidad. Los
actores encarnan en personas, y las interpretan por un rato. Los payasos nos
encarnamos en un personaje único, nos inventamos, inventamos un solo
personaje, escribimos para él, vivimos para él”.
El
manifiesto del payaso
, editado por el Fondo Editorial
de la Universidad Alas Peruanas, es una declaración de
principios, para definir sus metas en el circo o en cualquier escenario.
“El libro habla del funcionamiento y el proceso del payaso en
escena. No es una historia”.
Ni el huevo fue primero ni la gallina,
contesta Pitillo respecto a si el payaso nace o se hace:
“Yo siempre digo que la mejor escuela no es ir a estudiar o tomar
un taller, para mí no hay fórmulas, así como
Stanislavski que era un mal actor pero se inventó un método. El payaso también inventa se inventa cada vez más. Y
creo que esa es su mayor capacidad. Más que
hacer reír, que nos creamos todo eso (porque e juega no con el realismo
teatral, sino con el realismo de aquí y
ahora) creo que el payaso debe mantener su anti institucionalidad parándose
en el medio y simplemente ir navegando por ahí, nomás”.
Los ejemplares de El manifiesto del payaso con
que llegó a México se agotaron, por lo que se estudia la posibilidad de traer
una nueva remesa quizá de la mano de librerías Educal.

Por ahora, Pitillo regresa a Perú a
cumplir con varias presentaciones  de su
circo de la alegría.
Imagen:http://bit.ly/1TJTFV5
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