Ciudad de México, México, 29/04/16, (N22).- Siempre que se habla de la Época de oro del cine en México se le compara con el cine argentino o incluso el brasileño, nunca se le habían establecido nexos con el cine portugués. Sus anécdotas, sus personajes, sus figuras: viendo estas películas podemos encontrar una relación muy estrecha con lo que se hacía en los mismos años en el cine mexicano.
Así lo expresó Nelson Carro, director de difusión y programación de la Cineteca Nacional, al inaugurar el pasado jueves el programa «La época de oro del cine portugués» que en colaboración con la Cinemateca Portuguesa, el Instituto Camões y la Embajada de Portugal en México se presenta en la Sala 9, Juan Bustillo Oro, del 28 de abril al 8 de mayo.
Carro aseguró que este programa representa una oportunidad única para el público mexicano de disfrutar importantes cintas portuguesas que por primera vez se estrenan en el país y que se proyectarán en copias de 35 mm, un formato cada vez más inusual, trasladadas gracias a la colaboración de la Cinemateca Portuguesa.
“En México, el cine lusitano es prácticamente desconocido más allá de la obra de Manoel de Oliveira, así que seguramente sorprenderá reconocer en sus intérpretes a figuras similares a las de nuestro cine, pues también en esa época de oro en Portugal se llevó mucha gente del teatro frívolo y de la radio”, agregó.
Como inauguración se proyectó La severa (A severa, 1931), cinta de José Leitão de Barros sobre la vida de Severa, considerada la creadora del fado y durante mucho tiempo la máxima exponente de la música popular portuguesa. Se trata del primer filme sonoro portugués, mismo que se podrá volver a disfrutar el viernes 29 a las 18:15 horas.
Para repasar una etapa esencial dentro de la historia cinematográfica de Portugal, el programa incluye filmes que van desde los inicios del cine sonoro hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos están En Fado, historia de una cancionera de Perdigão Queiroga (1947), El padre tirano de António Lopes Ribeiro (1941), El costa del Castillo (1943) y La muchacha de la radio (1944) de Arthur Duarte (1943), así como Amor de perdición de António Lopes Ribeiro.
Vienen también La canción de Lisboa de José Cottinelli Telmo (1933), La canción de la tierra de Jorge Brum (1938), La aldea de la ropa blanca de Chianca de Garcia (1938), Duero, trabajo fluvial primera película de Manoel de Oliveira (1931) y Aniki Bóbó (1942), primer largometraje de ficción del mismo realizador.