La UIA condecoró a J.M. Coetzee con el Doctorado Honoris Causa

  • Esta mañana el autor de Esperando a los bárbaros (1980) fue condecorado con el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Iberoamericana.

Por Huemanzin Rodríguez

Ciudad de México, 05/04/16, (N22).- En la segunda mitad del siglo XIX la tasa de divorcios aumentó en Europa, varios especialistas creen que, además del pensamiento liberal, también se debe en gran medida a la literatura, donde la novela francesa abrió la ventana a nuevos mundos, paisajes e historias. Algo semejante podría ocurrir con la literatura de John Maxwell Coetzee, escritor sudafricano nacido en 1940, ganador del Premio Nobel de literatura en 2003; pues en su obra lo mismo podemos encontrar valores estéticos como ontológicos.
Esta mañana el autor de Esperando a los bárbaros (1980) fue condecorado con el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Iberoamericana.
“La novelística y ensayística de Coetzee es reconocida internacionalmente por su abordaje crítico y de evaluación ética de las problemáticas sociales de injusticia, estado de guerra, exclusión de las minorías y crítica de la visión de la cultura colonialista y totalitaria, lo que en sus términos llama imperio occidental”, comentó el Rector de la UIA, David Fernández Dávalos.
John Maxwell Coetzee vive en Australia desde 2002 en algo que ha sido visto como un exilio voluntario. Desde su juventud ha vivido en Londres y Estados Unidos por períodos cortos, pero a principios del nuevo siglo optó por dejar Sudáfrica, lo que le significó muchas críticas, pero resulta una decisión lógica si recordamos que en 1983 escribió Vida y tiempos de Michael K., novela que, sin decirlo, nos remite a la crítica que Walter Benjamin hace a la Historia, es decir, su personaje protagónico no es moral como sí ético, en función del momento en que vive. Es con el alejamiento como enfrenta a lo singular.
Después del nombramiento y condecoración, Coetzee dictó un discurso donde recordó el nacimiento de las universidades y que muchos siglos después fue cuando se asimiló a estos espacios como el “hogar de la investigación libre, un lugar por encima del alboroto del mercado donde el aprendizaje podía ser perseguido por sí mismo”.
“El problema es que nuestra comprensión de la Historia no es segura. Rendimos tributo a una universidad que en gran medida está muerta –la universidad soñada por los humanistas del Renacimiento, usando las formas exteriores de la universidad medieval, un modelo que ha probado ser sorprendentemente duradero. Teniendo en mente la bella idea de la universidad como el lugar del alto aprendizaje, acepto este honor de la Universidad Iberoamericana con profunda gratitud”, agregó Coetze.
La ceremonia contó con la presencia de muy pocos alumnos en el interior del auditorio José Sánchez Villaseñor. Las actividades con J.M. Coetzee en la UIA continuarán este miércoles 6 de abril con el Coloquio “Filosofía y crítica social en la obra de John Maxwell Coetzee”, donde el escritor sudafricano dictará una conferencia al mediodía.

16AM

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