«Avaricia», el libro que el Vaticano no quiere que leas

No os
hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan. Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni
orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde estuviere
vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
Mateo
6, 19-21
Por Alizbeth Mercado

Santa
Sede funciona con sus propias reglas, para esta institución es más grave “revelar
un secreto” que las inconsistencias económicas y que la corrupción. ¿Por qué
pensamos esto?
Desde
hace tiempo existen sospechas sobre la acumulación de bienes y capital en el
seno de la Iglesia Católica, por ello el periodista italiano Emiliano Fittipaldi
realizó una investigación exhaustiva sobre los lujos, el despilfarro y la
dudosa contabilidad que tiene la Santa Sede sobre el dinero que ingresa a sus
arcas.
La
investigación derivó en el libro Avaricia.
Los documentos que revelan las fortunas, los escándalos y secretos del Vaticano
y de Francisco
(Foca, 2015) que busca responder a uno de los grandes
misterios católicos: ¿qué pasa con el dinero que recibe esta institución?
Hasta
ahora no existe un registro visible, sin embargo, Fittipaldi menciona que aproximadamente
el patrimonio inmueble del Vaticano suma 4 mil millones de euros “y dentro no
hay refugiados, como quería el papa, sino un montón de enchufados y vips  que pagan alquileres ridículos”, además de
propiedades en Reino Unido, Francia y Suiza.
El
dinero ingresa de los fieles pero nadie sabe el destino exacto del dinero, en
el libro se apunta que existen al menos más de 15 millones de fondos de
inversión. Además de que se han registrado ventas de gasolina, cigarrillos y
ropa libres de impuestos, con lo que las ganancias aumentan 60 millones al año.
Además,
otro ingreso importante  son las “donaciones”
para los beatos, es decir, ser canonizado depende de cuánta sea la cantidad de
dinero desembolsado para la causa, no por los méritos del personaje en
cuestión.
Entonces
¿La fe es un negocio? ¿El dinero sirve para alcanzar el perdón divino o sólo
para el goce terrenal? ¿Cómo ve la iglesia al dinero? ¿Dónde quedan los
preceptos de humildad propuestos por el adalid de esta institución?
No
sabemos si estas preguntas forman parte de una discusión bizantina pero necesaria,
lo que sabemos es que estas tensiones se enmarcan en un Vaticano con graves
problemas económicos. Por ejemplo su Sistema de Pensiones que en febrero de
2014 presentaba un déficit de entre 700 y 800 millones de euros.
¿Qué
significan estos números? Además de la opulencia, la nula transparencia que
tiene la Santa Sede con sus ingresos y el afán por mantener en secreto, también
revelan la incongruencia que tienen los encargados de conducir a la iglesia porque,
como menciona Fittipaldi, “la Santa Iglesia Romana a menudo ha interpretado la
parábola  (Mateo 6, 19-21) a su modo:
ignorándola completamente”.
En
este momento Fittipaldi es el primer periodista enjuiciado por el Vaticano y no
porque la iglesia busque desmentir o aclarar el asunto económico, sino por
revelar información que debería permanecer en secreto. El portavoz vaticano,
Federico Lombardi, aseguró que las acusaciones derivan de “una actividad ilícita que se
persigue penalmente”. Lo que importa y ofende al vaticano es la extracción
de material confidencial.
Y todo
esto no lo sabe Francisco I.
Fuente:bit.ly/1SD3ww6
16AM

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