- Margo Glantz rememora todas las fuentes que la remiten a las dentaduras de grandes escritores, buscando un aliciente para su tortuosa y paciente espera en un consultorio, o en otro, como sucede cuando uno llega a los 85 años.
Por Alejandra Garduño
Distrito Federal, 20/07/15, (N22).- Nora García, la protagonista
del libro, le da vida a las experiencias clínicas de Margo Glantz, sus miedos,
sus expectativas y sobre todo las diversificaciones de sus pensamientos. Esas
ideas que nos atacan cuando nos encontramos ante situaciones inciertas, en las
que lo más tranquilizante suele ser pensar en otra cosa.
del libro, le da vida a las experiencias clínicas de Margo Glantz, sus miedos,
sus expectativas y sobre todo las diversificaciones de sus pensamientos. Esas
ideas que nos atacan cuando nos encontramos ante situaciones inciertas, en las
que lo más tranquilizante suele ser pensar en otra cosa.
Simple
perversión oral es la forma gráfica del tren de pensamiento
que la autora tiene durante la visita al dentista. El libro es como un pequeño capítulo de
todas las historias formadas en las cabezas de los seres humanos, y se
descubren como alucinaciones posibles gracias a las ilustraciones de la
barcelonesa Carmen Segovia. En él, Margo Glantz rememora todas las fuentes que
la remiten a las dentaduras de grandes escritores, buscando un aliciente para
su tortuosa y paciente espera en un consultorio, o en otro, como sucede cuando
uno llega a los 85 años.
perversión oral es la forma gráfica del tren de pensamiento
que la autora tiene durante la visita al dentista. El libro es como un pequeño capítulo de
todas las historias formadas en las cabezas de los seres humanos, y se
descubren como alucinaciones posibles gracias a las ilustraciones de la
barcelonesa Carmen Segovia. En él, Margo Glantz rememora todas las fuentes que
la remiten a las dentaduras de grandes escritores, buscando un aliciente para
su tortuosa y paciente espera en un consultorio, o en otro, como sucede cuando
uno llega a los 85 años.
Es como los viajes a los que
nos lleva la meditación “sin querer” que hacemos mientras nos encontramos
divagando dentro de nuestro cerebro, reflexionando y recordando los
acontecimientos que se asemejan y nos preparan para enfrentar los quehaceres
cotidianos con el respaldo de las experiencias previas. De cierta forma evoca a
esa perversión del ser humano de oralizar todas sus vivencias, si quiera con uno
mismo.
nos lleva la meditación “sin querer” que hacemos mientras nos encontramos
divagando dentro de nuestro cerebro, reflexionando y recordando los
acontecimientos que se asemejan y nos preparan para enfrentar los quehaceres
cotidianos con el respaldo de las experiencias previas. De cierta forma evoca a
esa perversión del ser humano de oralizar todas sus vivencias, si quiera con uno
mismo.
Con prólogo de Valeria Luiselli e ilustraciones de Carmen Segovia, Simple perversión oral es una edición de Conaculta.
Imagen:http://bit.ly/1Gxf2yP
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