Morris Berman reflexiona sobre la falsedad de la democracia y la libertad en el siglo XXI

Por Marcos Daniel Aguilar
(@alephcircular)

Distrito Federal, 28/04/15, (N22).-Morris Berman es uno de los pensadores estadounidenses
más críticos del sistema económico y político impuesto al mundo por su país. No
cree en ese falso progreso consumista. Platicamos con él a propósito del lanzamiento de su más reciente libro editado por Sexto Piso:   
«Nosotros no necesitamos 47 tipos de navajas de
afeitar, tenemos ahora 50 tipos de navajas, pero ese no es el progreso, tenemos ahora
500 satélites en el espacio y la mayoría es basura. En mi opinión en
1950, Octavio Paz escribió El Laberinto de la Soledad, y ahí escribió y dijo
tenemos que definir qué es progreso y la definición en Estados Unidos es ‘No me
ganes, no me ganes’. En esa lógica cualquier cosa nueva es progreso, pero hay errores en ese
camino; el automóvil, por ejemplo, es la destrucción del aire de la atmósfera, la
televisión es la destrucción del cerebro, el celular la destrucción de la vida
social, hay una gran distancia, ese no es progreso».
Autor de los ensayos como Edad oscura americana y Las
raíces del fracaso americano,
ahora presenta Convertir la paja en oro, una
crítica desde las lecturas y experiencias personales de Berman sobre ¿por qué
la humanidad entre tantos avances tecnológicos se siente deprimida y
esclavizada?
«Estaba leyendo la novela de Jonathan Franzen que se
llama Libertad, este libro es para mí una gran sorpresa porque es la
versión de mi libro, pero en ficción, porque es una descripción de los Estados Unidos, que es un gran fracaso, ahora es totalmente corporativo, consumista, comercial, con esa definición de progreso que es de verdad una locura. El título de la novela de Franzen es
irónico, porque todas las personas americanas en esta novela tienen opciones
infinitas pero a causa de estas posibilidades ellos no tienen libertad».
Berman cree que el sistema económico neoliberal
provoca que la democracia sea una farsa desde tiempos de Thomas Jefferson:
«Cuando muere Thomas Jefferson tenía 150 esclavos, y los esclavos no tenían libertad absoluta, fueron la
herencia para sus hijos de Jefferson, porque los esclavos son propiedades, entonces ese la
meta de los Estados Unidos, pero la democracia es todavía una máscara, por
eso, porque hoy es sólo posible votar por republicanos o demócratas, pero la diferencia entre ellos es dos 2 milímetros».

El pensamiento de Morris se basa también en la poesía y
el instinto, dos conceptos que este falso progreso ha querido eliminar. 

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