Libro de Germán Arciniegas habla sobre las revoluciones en América Latina

Por
Alberto Cruz

Distrito Federal, 28/04/15, (N22).- Publicado en 1932, el libro
del escritor colombiano Germán Arciniegas El
estudiante de la mesa redonda
se mueve en torno a una revisión del
estudiante latinoamericano a través de sus pensamientos.  En su reedición que trae al libro por primera
vez a México, encontramos las etapas históricas donde el movimiento estudiantil
captó la atención de las sociedades y generaron un cambio posible. Es una
genealogía estudiantil revolucionaria, porque fueron los estudiantes desde su
trinchera los que cimentaron los movimientos que cambiaron el rumbo de varias
naciones.
Arciniegas nos propone en
este ensayo, un recorrido por los movimientos sociales que izan la bandera de
la libertad, de la rebeldía que representan las juventudes desde las aulas, las
ciudades  hasta los campos. La historia
de los libertadores latinoamericanos vista desde el punto de vista de un
estudiante que va cambiando con la época que sigue, se suma a la mesa redonda
para cerrar un ciclo inacabable de movimientos estudiantiles. Desde la
conquista hasta el siglo XX, el estudiante latinoamericano ha cambiado, se ha
adaptado a diferentes entornos pero sigue firme en su papel como agente de transformación.
Como primera etapa se señala
al estudiante del siglo XVI, influido más por la divinidad, por los dogmas que
predominan gracias a la iglesia católica. En plena consumación de la conquista
de América se establecen las órdenes que buscan darle identidad a las nuevas
tierras. Europa entra en un periodo de efervescencia ante los movimientos que
provoca el descubrimiento del nuevo mundo. También fija su interés de abrirse a
nuevos conocimientos.
A partir del perfil de ese
primer estudiante, el autor nos lleva por la historia desde los que descubrieron
América, y pasa por los que al consumarse la conquista, implementaron el
conocimiento en las nuevas tierras, y cómo es que se tuvieron que ajustar a las
condiciones impuestas por la Inquisición, el sentido de la desigualdad visto
desde las aulas. También llevaron a cabo las ideas rebeldes con el fin de
luchar contra la injusticia.
Claro, no todos son
estudiantes, son ayudados por los que tienen el poder, se menciona al
capitalista poniendo los medios para los proyectos de descubrimiento. También
se hace hincapié en la clave de la Universidad de Salamanca, la fama de sus
claustros que han sido fundamentales para los movimientos estudiantiles, la
evocación de las tres edades de España: la época de los descubrimientos, el
siglo de oro de las letras y la segunda República.
El objetivo de este ensayo
es explicar la tradición hispanoamericana de los movimientos estudiantiles, las
primeras huelgas que exigieron la autonomía y la laicidad en la educación. Es
una vista del pasado traída a nuestro presente gracias a la similitud en las
inquietudes de los estudiantes.

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