La cultura emocional de Mathias Goeritz se exhibe en el Museo de arte Reina Sofía

  • El primer elemento que hizo claramente definido como arquitectura emocional fue el museo experimental El Eco
Por Irma Gallo

Distrito Federal, 06/04/15, (N22).- El maestro Francisco Reyes
Palma curó una exposición de Mathias Goeritz que se encuentra actualmente en el
Museo de arte Reina Sofía en Madrid, España, y que de hecho, ya está por
terminar su temporada. Agencia N22 platicó con el también crítico de arte para conocer más sobre la obra. 

Irma Gallo (IG): ¿Cuáles fueron los motivos de esta exposición, fue
el centenario o hay algún otro motivo?
Francisco Reyes (FR): Fue fundamentalmente el interés del museo Reina
Sofía de descentrarse de la lógica de nada más trabajar con el mundo europeo o
con el mundo estadounidense. Es decir, de mantener un diálogo con estas zonas
que no sé porqué les llaman periferias. 
En el caso del Reina Sofía hay una inquietud
por tener contacto justamente con los países del continente en su complejidad.
De manera que la invitación provino de ellos.
IG:¿Cómo revisar la obra de Mathias Goeritz de cara a
este 2015 que estamos viviendo, qué tan vigente es todavía?

FR: La petición del Reina Sofía fue que se enmarcara
la exposición en la noción de arte y cultura emocional, que es el concepto
clave, el aporte fundamental de Mathías.
El primer elemento que hizo claramente
definido como arquitectura emocional fue el museo experimental El Eco. Lo que sí es curioso es que en función de hacer un
museo nuevo, «La serpiente» se vuelve ajena al Eco, y la verdad es que es una
pieza clave y que cambia totalmente, o sea, el Eco sin la serpiente no es el
Eco, de alguna manera es un cascarón.

IG: Mathias es una figura muy controvertida, muy polémica,
que al mismo tiempo provoca o situaciones de extrema admiración, o situaciones
o de rechazo o de aprovechamiento de su obra.
FR: Cuando un país tiene una obra, es decir que marca un
quiebre, que enmarca un momento definitivo, evidentemente lo primero que hace
es darle una proyección. Cuando se inauguró el Eco, el propio Gabriel Orozco,
que es el que estuvo en la inauguración ocupó el espacio, prefirió ocupar el
espacio con sus balones, sus balones estos que son colección de la Universidad.
Entonces, digamos que hay todavía esta cuestión de cómo se maneja la defensa de
los espacios del arte.
IG: ¿A qué atribuye usted maestro esta poca conciencia
de que este año es el centenario de Mathias Goeritz, este poco recordarlo?
FR: Puede ser borramiento, en parte puede ser interés
gremial de un sector de arquitectos porque finalmente se queda con muchas obras
de Goeritz que pasarán a ser presencias dentro de su arquitectura. Es decir,
que les dan más relevancia.

Imagen: http://bit.ly/1xY53F9
              http://bit.ly/1IDIohS
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