Los teatros se han convertido en espacios demagógicos: Gabriel Pascal

  • No hemos visto ese proyecto social que debería tener el arte para pacificar a distintos estados, como era la propuesta, se habla de tejido social, de cohesión, pero ¿qué quieren decir con eso? No acabamos de entender esos términos que quedan como demagogia. Nosotros lo que sí creemos es que urge insertar valores, reflexiones sobre lo que está pasando en el país para transformarlo, no nos merecemos esto.

Por Huemanzin Rodríguez
Distrito Federal, México, 13/03/15, (N22).- En enero de
2015, durante el homenaje a David Alfaro Siqueiros, la directora del Instituto Nacional
de Bellas Artes (INBA) María Cristina García Cepeda, dijo a representantes de
medios de comunicación que el 29 de marzo el Teatro Julio Jiménez Rueda, propiedad
de Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para Trabajadores del Estado (ISSSTE)
y administrado por el INBA, cerraría sus puertas para ser demolido debido a
daños estructurales.
En esa misma
ocasión afirmó que las autoridades del ISSSTE estaban en la mejor disposición
para que el Teatro Julio Jiménez Rueda abriera sus puertas en otro espacio. En
febrero se dio a conocer que no será así y las necesidades se solventarían a
través de tres teatros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El 25 de
febrero un grupo de directores de teatro, actrices, atores, dramaturgos,
críticos de teatro, escenógrafos, coreógrafos y promotores teatrales
escribieron una carta abierta para dar a conocer su postura a las autoridades. El
escenógrafo Gabriel Pascal, conversó al respecto con Agencia N22.
Nos parece
gravísimo lo que pasa con nuestros teatros en general, particularmente con el
Jiménez Rueda que, a sabiendas que es un predio que se iba a entregar, no hay
una planeación para restituir el teatro. Y pretenden echar a andar tres teatros
para solventar el vacío, en las cuentas, no nos da el teatro que va a faltar. Y
nos parece que no coincide con la función sustantiva de las instituciones y
tiene que ver también con la rendición de cuentas y con la falta de
transparencia en el país, explicó.
Ése es el reclamo
principal. “Que no hay cuidado hacia la infraestructura y da la sensación de
que el arte no importa.
Los recortes presupuestales mayormente son para el arte
porque no hay una voz que diga cuál es la importancia del arte en un país,
particularmente en lo momentos por los que pasar el país. Nosotros pensamos que
es el momento de decir basta.
En la carta
abierta también se refieren al Teatro Casa de la Paz, custodiado desde hace 30
años por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y que está cerrado desde
hace más de dos años debido a daños estructurales. En 2014 la Cámara de
Diputados le dio a la institución educativa un presupuesto de 5 millones de
pesos etiquetados para ese espacio, pero las autoridades de la universidad no
hicieron nada.
La UAM es el
mismo caso – denunció Pascal- su ley orgánica dice que una parte fundamental de
la institución es la difusión del arte y la cultura. Y tampoco hay una voz ahí
dentro, el IMSS tiene una red de teatro que fue muy importante y está en el
abandono total. Y en los teatros de la ciudad, hay un teatro en las Vizcaínas
que lleva años cerrados y van a poner una maqueta ahí. Hay una incomprensión total hacia la importancia del arte en nuestra
sociedad.
Y particularmente pensamos que, ante el fracaso de los partidos
políticos, de las instituciones, de la educación ahora es fundamental el arte
como un creador de valores.
“Es que eso es
increíble, que ya no hay una diferenciación de los partidos políticos. Ya no
hay una izquierda, un centro, una derecha. Todos tienen la misma actitud frente
al arte. Y me parece que es una total falta de conocimiento de su importancia”
En el México
posrevolucionario se fraguó un concepto de salud pública que consideraba a la
cultura y al deporte de la mano del bienestar, la prevención y la salud. Para
ello fueron construidos centros deportivos y teatros, algunos de ellos aún en
manos de IMSS. Pero en las últimas décadas se les ha dejado en el abandono e
incluso, a principios del siglo XXI, el entonces presidente Vicente Fox, propuso
cerrar varios teatros para convertirlos en estacionamientos. No lo logró por la
presión social. Pero tampoco mejoró la situación de los teatros.
 
¿Qué nos da el
arte como experiencia de vida?
Parte de la identidad, sentido de pertenencia,
es fundamental. La parte intangible del arte tampoco la comprenden, todo se
vuelve números. No hay una manera de valorar la importancia de estos bienes. ¿Y
el derecho a la cultura? ¿Dónde está? Esa gente que se va a quedar sin asistir
al teatro. No hay una defensa a esos principios, a los Derechos Humanos de los
que tanto hablamos. Parece que se olvidan. Eso es lo que estamos defendiendo de
fondo, nuestro derecho al arte y la cultura, añadió.
Los Teatros
tienen vocaciones, sentidos políticos y sociales. No se ve lo mismo en el
Teatro San Rafael que en los teatros del INBA, la UNAM o la UAM.
¿Pueden otros teatros conservar la vocación del
Jiménez Rueda?
Nos parece que
no, lo que van a hacer es revitalizar tres teatros que debería estar vivos por
la institución responsable, el IMSS y eso no le toca al INBA, lo que vamos a
tener es un teatro menos. La pregunta es ¿en esta vocación de las
instituciones, qué pasa con el público y la gente que asiste? Porque es un
teatro con un objetivo sin fines de lucro. Que da a conocer nuestro arte del
teatro, un arte del ser humano fundamental donde se dan lecciones de vida. No
piensan en el público.
¿Cuál es la
necesidad de ese público? ¿Cómo vamos a atender a ese público? No se resuelve
con tres teatros, va a generar más burocracia y en esta época donde hay
recortes al presupuesto, entonces la función sustantiva no se va a llevar a
cabo. Estamos frente a instituciones equivocadas. Fallidas, finalmente, en un
estado fallido. Donde no saben dónde recortar.
¡Veamos la
productividad! Nosotros sugerimos que les recorten a los partidos políticos.
Que les recorten a sus celulares, los seguros de gastos médicos mayores, tienen
una prestación para ir al ISSSTE como la mayoría de los trabajadores del
Estado, que los Partidos políticos dejen de burlarse de nosotros, los senadores
cediendo 100 pesos mensuales. Es una mentada de madre eso.
O que les
quiten esos presupuestos etiquetados de cada año que manejan discrecionalmente
sin ningún criterio cultural o artístico, más bien con criterios de componendas
y falta de transparencia. Ésa es nuestra propuesta, que el recorte no sea al
arte una vez más.
Eso también pasa
en las universidades, le recortan a la difusión cultural para, según ellos,
dárselo a la academia. Pero no ha resuelto los problemas fundamentales de la
universidad. Es hora de cambiar, no recortar ahí, ver sus efectos y darle la
importancia que necesita el país.
*
El miércoles
11 de marzo a las 11 de la mañana, cerca de 200 trabajadores del Instituto
Nacional de Bellas Artes se manifestaron frente a las oficinas del INBA, en
protesta por la demolición del Teatro Jiménez Rueda.
El viernes 13
se dio a conocer que autoridades del ISSSTE no han permitido el peritaje
completo del inmueble y se cree que puede estar en buenas condiciones y no ser
necesaria su demolición.
“Pareciera que
gobiernan para muy poca gente, pareciera que gobiernan para administrar una
crisis o para pagar favores para llegar al poder. Eso es lo que tiene que
cambiar, eso es lo que no podemos seguir permitiendo. Y yo creo que el arte ahí
debe jugar un papel importante”.
¿El arte como agente de cohesión social?
Para Pascal, si
lo es, pero ese se quedó en un discurso demagógico, porque no hemos viso que se
esté acercando el arte a las comunidades que se encuentran en zonas de riesgo a
donde se ha llevado esa campaña federal. No
hemos visto ese proyecto social que debería tener el arte para pacificar a
distintos estados, como era la propuesta, se habla de tejido social, de
cohesión
, pero ¿qué quieren decir con eso? No acabamos de entender esos
términos que quedan como demagogia. Nosotros lo que sí creemos es que urge
insertar valores, reflexiones sobre lo que está pasando en el país para
transformarlo, no nos merecemos esto.
La situación
de los teatros es similar y en muchos lugares peor, en los estados que integran
este país. Los teatros estatales o municipales son los escenarios del poder en
turno y no cuentan con infraestructura, directores artísticos, ni programación.
En todo caso son los allegados al poder quienes los ocupan. Pero la gran
mayoría de teatros está subutilizado y con equipamientos pobres u obsoletos.
Son los espacios para la demagogia, los
teatros grandotes son para los informes del gobernador, para las asambleas
sindicales, luego para comprar al teatro comercial en turno. Y no hay una labor hacia la gente, para
darles otro tipo de espectáculos. Los artistas somos el vehículo para que el
estado cumpla la misión de dar experiencia de vida y conocimiento”.
Para Pascal, apoyar
es la obligación del Estado, pero la clase política no lo entiende, todo se
queda en la estructura burocrática y los apoyos no llegan a quien deben de
llegar. “Dicen que están subsidiando a artistas, no es cierto, aquí nadie
subsidia a artistas”. El subsidio tiene que ir al público, tiene que llegar al
agente que asiste ver todo esto, a quien le interesa esto.
“Estamos en un
momento en donde se están saltando las componendas entre las autoridades,
los  sindicatos, las instituciones, luego
los narcotraficantes. No veo la parte democrática, no veo la vocación de
preguntarnos ¿qué país queremos? Todo es una imposición”.
¿Qué otro teatro en la zona podría ofrecer el tipo
de programación del Julio Jiménez Rueda?
Pues estaría
cercano el teatro Hidalgo pero está muerto, el Teatro de la Ciudad está muerto.
El Jiménez Rueda era sede de la Compañía Nacional de Teatro que se supone es la
compañía estrella de la institución, que además estaba construyendo un nuevo
público en esta etapa de la compañía. Podríamos estar de acuerdo o no con la
Compañía Nacional pero sí le estaba llegando a quien tenía que llegar, cumplía
su función. Y ahora no lo van a cumplir ni el Teatro Legaria, el Isabela Corona
o el Julio Prieto.
En la cuenta
nos va a seguir faltando un teatro. Y pareciera que no importa, nosotros preguntamos ¿desde cuándo saben
que van a perder el teatro? ¿Qué el terreno se vende? ¿Por qué no se hizo nada?

Decirnos que el nuevo teatro Jiménez Rueda va a estar en otro lugar o ya lo
terminamos. Tuvieron tiempo. Ahora no hay ni la voluntad política ni los
recursos. Al menos ese es el pretexto.
El Teatro Legaria, el Isabela Corona y el Julio
Prieto pertenecen al IMSS, están activos
, ¿son los lugares para continuar la actividad
del Jiménez Rueda?
No, pero
además son teatros que se quedaron instalados en los años 60 y 70 porque no se
invirtió en la infraestructura con fuerza para que se fueran modernizando los
teatros. Ese es otro problema de nuestros teatros, no hay presupuesto para el
equipamiento y darles el mantenimiento adecuado.

Es patrimonio
de los mexicanos. Pero no lo ven como un patrimonio, más bien como un estorbo.
Como esta decisión de dónde quito el dinero, y todo para conservar el poder. No
hay pensamiento del bien común, no hay pensamiento colectivo. 
Imagen:http://bit.ly/1FjYNZB
             http://bit.ly/1GO5KUr
15AM

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