La depresión la veo como un chahuistle que te cae: Luis Zapata

  • “La escritura de Orlando en tercera persona y en primera, son producto de su esfuerzo por vencer a la depresión, trascenderla o encontrarle un sentido. El libro finalmente es una forma de darle sentido a la depresión”.

Por Alizbeth Mercado

Foto y video: Brenda Ayala

Distrito Federal, 17/11/14, (N22).- Yo desde hace tiempo tenía la idea de escribir un texto que fuera un poco autobiográfico, en el que hablara de mi vida como enfermo, mi vida como hipocondríaco; que en su primera acepción es el que se inventa enfermedades y es el que vive pendiente de su salud y está pendiente de sus enfermedades (sean reales o inventadas); y quería escribir sobre ese aspecto de mi vida, comentó el escritor Luis Zapata.
La depresión no tiene que ver con cuestiones sociales o “tristes” en todos los casos. Tampoco hay detonantes con los cuales determinar qué la causó. Orlando Barreto es el protagonista de Cómo sombras y sueños (Cal y Arena, 2014) la nueva novela de Luis Zapata; novela que donde Orlando se la pasa pensando en la depresión, estático, viendo la vida de los otros pasar mientras él cavila su condición y prepara su próximo libro.
Barreto también es hipocondríaco y cuenta qué enfermedades padece, padeció, podría padecer o padecerá en algún momento de su existencia. La novela pareciera un tratado clínico sobre la depresión, pero en realidad es una forma de hacer literatura de una condición que es difícil tipificar, por medio de la introspección que hace un depresivo.
“El texto se iba a llamar Mi vida como enfermo, el titulo se me ocurrió a partir de una película que se llama Mi vida como perro, que es nórdica sueca o noruega, no tiene nada que ver sólo el título y José Dimayuga escribió Mi vida como nube y de alguna manera me parecía que no era el título exacto y dije bueno, ya encontraré otro título”.
La novela sucede en varios tiempos narrativos que coexisten en el relato. Sin embargo pareciera que toda la disertación ocurre en un instante, una semana o un mes. Al final el tiempo pasa para Orlando como pasa el silencio, es decir no hay un signo de movimiento, es estático e invisible.
Estás al margen de la vida, porque la vida no fluye para ti, fluyes dentro de una monotonía obsesiva en la que piensas en la depresión. No le encuentras sentido a nada, ni que haya una progresión. Tú ves (o puedes ver, si no te cierras demasiado) que la vida fluye para los demás y el deprimido incluso rechaza el contacto social. Cuando no tienes comunicación no hay una progresión, es un limbo del que no puedes salir, abundó.
En cuanto a su forma, se compone por varias acotaciones escritas por un narrador omnisciente que describen lo que siente Orlando y notas en primera persona. Luis explicó que al principio no tenía claro el tono y empezó haciendo ejercicios de estilo:
Escribí primero los fragmentos de primera persona, me di toda la libertad del mundo para salir de este especie de bloqueo, así sentí la escritura de esta novela. Dije, voy a escribir sin preocuparme por el estilo, por las cacofonías, por la repetición de palabras (de lo que uno se cuida y trata de evitar), lo haré deliberadamente y fue una escritura muy divertida, como todo lo que escribo.
Para Luis no fue difícil escribir sobre el tema, porque cuando tiene definido un proyecto, fluye fácil porque “soy constante, pero no es mucho mérito porque me gusta, si así fuera disciplinado para hacer el quehacer de mi casa…”.
“La escritura de Orlando en tercera persona y en primera, son producto de su esfuerzo por vencer a la depresión, trascenderla o encontrarle un sentido. El libro finalmente es una forma de darle sentido a la depresión”.
¿Cambió para Luis la perspectiva que tenía de la depresión tras la escritura de este libro?
La depresión la veo como un chahuistle que te cae. La veía diferente de joven, me preocupaba mucho y trataba de indagar en las posibles causas de la depresión. Es una enfermedad compleja, no es porque se te muere un familiar. Por ejemplo cuando murió mi madre tuve un periodo de tristeza, pero no depresión y luego varios años después tuve un episodio de manía y posteriormente de depresión. Padezco trastorno bipolar. La psiquiatría ve a la depresión como producto de un trastorno de los neurotransmisores y lo veo así.
Como sueños y sombras, no es un libro que conduzca a la depresión, también cuenta con atisbos de humor  negro  y oportuno que han caracterizado la obra de Luis  Zapata. Es una propuesta interesante para entender lo que sucede en la mente de un depresivo.
Imagen:http://bit.ly/1ye0Qc4

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