Miles de personas clamaron justicia por Ayotzinapa en el DF

Por Veronica Lugo
@bretanicsgirl

La cita para la marcha Una Luz Por Ayotzinapa fue programada a
las 6:00 de la tarde. Sin embargo, estudiantes de la Universidad Nacional
Autónoma de México recorrieron algunas estaciones de la línea 3, 2 y 1 del
metro, horas antes del acontecimiento, para invitar a los ciudadanos a sumarse
al recorrido, al tiempo que pegaban carteles, repartían panfletos y
entonaban Goyas. En la estación del
metro Insurgentes, algunos oficinistas, además de usuarios del metro, accedieron
de buena gana y se unieron a los universitarios que pedían solidaridad para los
estudiantes de Iguala.
Desde el Ángel de la
Independencia, pasando por Paseo de la Reforma y hasta llegar al Zócalo, cientos
de miles de estudiantes marcharon, entre gritos, pancartas y protestas contra la que ellos consideran la poca capacidad de respuesta del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y del
gobernador Ángel Aguirre. ¡Asesinos!;
¡Fue el Estado!; ¡Aguirre Borracho, presenta a los muchachos!; ¡Peña: sino
vienen con vida, queremos tu salida!
–eran algunas de las consignas que
podían leerse en las pancartas de los estudiantes de la UAM, Politécnico,
Chapingo y otras universidades públicas.
Con las caras pintadas, alumnos de la Universidad Iberoamericana, encabezados por el
padre Alejandro Solalinde, familiares de los normalistas de Ayotzinapa y acompañados
de otras escuelas privadas, se unieron al contingente para exigir la
presentación con vida de cada uno de los desaparecidos. De la misma forma,
conforme avanzaba la marcha, estudiantes de la UAEM, la ESEF, el Claustro de
Sor Juana, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, y otras instituciones
que rara vez se suman a este tipo de manifestaciones, mostraron su indignación por la desaparición de los estudiantes
normalistas.
A medida que el sol se
ocultaba, las protestas fueron remplazadas con el silencio que estuvo acompañado
de veladoras, antorchas y lámparas de petróleo. La marcha se convirtió en un
acto de reflexión. A momentos, desahogaban su impotencia y clamaban
justicia.
Al llegar al Zócalo 43, pupitres fueron colocados en parte de la explanada para representar la ausencia
de los jóvenes desaparecidos. Tres sillas más tenían una veladora en recuerdo a
los estudiantes asesinados aquella tarde de septiembre. En otro sitio de la
plancha se colocaron veladoras formando la Frase: Ayotzinapa y Justicia. En el
templete los padres le concedieron al gobierno federal dos días para presentar
con vida a sus hijos, de lo contrario procederían de otro modo –dijeron con la
voz entre cortada. Más tarde globos de cantoya iluminaron la explanada.

El último contingente
llego al Zócalo minutos antes de las 10:00 pm. No obstante el suceso Una luz por Ayotzinapa se prolongó un
poco más. A fuera del Palacio de Bellas Artes se llevó a cabo una representación
improvisada de danza sobre los acontecimientos ocurridos el 26 de septiembre;
al terminar, los asistentes colocaron, velas, flores y retratos. En la alameda
central se colocaron pequeños altares y carteles sobre algunas de las
jardineras. En el hemiciclo a Juárez se procedió del mimo modo.  

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