Jorge Melguizo contó cómo transformó Medellín a través de la cultura

«Los centro culturales en los barrios más pobres son para seguir en la pobreza, y ustedes creen que la pobreza es una imbecilidad, o peor aún, que la pobreza es una discapacidad»

Por Huemanzin Rodríguez 


CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-  

La ciudad de Medellín en Colombia fue la
ciudad con mayor número de muertes violentas en el mundo, con un promedio de 20
por día en 1991. Hoy Medellín es uno de los lugares en donde las políticas
públicas a través del arte y la cultura han recuperado el espacio público, ¿cómo
fue posible eso? Uno de sus artífices fue Jorge Melguizo, ex secretario de
Cultura Ciudadana de Medellín (2005-2009), quien ha venido a México invitado
por el Congreso Vivarte en el CNART.

«Lo primero era, si dijimos que la
cultura era importante para la transformación hay que darle recursos, la
cultura generalmente tiene los peores recursos. Nosotros llegamos a Medellín y
dijimos que el 0.64% de presupuesto para la cultura es una miseria. Y le dimos el 5%
del presupuesto municipal. Empezamos a conocer, reconocer, valorar y potenciar
lo que ya se hacía en los barrios de Medellín sin el Estado: esos grupos
culturales, la cultura comunitaria, los raperos, los hiphoperos, los
grafiteros, el teatro comunitario. Todo lo que ya existía». 
En su experiencia, si la actividad cultural
era reforzada, la labor del Estado debe de estar concentrada en las acciones a
largo plazo. Pero también responsabilizándose en el desarrollo de la
infraestructura. En Colombia, construyeron bibliotecas y centros culturales y artísticos
de gran nivel y diseño arquitectónico, en barrios muy pobres y afectados por la
violencia. 
«Hoy esos barrios, a través de esos
centros culturales públicos, no sólo han recuperado su autoestima, sino que han
generado espacios de convivencia y espacios de creación cultural. Y hoy la cultura es parte de la
cotidianidad de unos barrios, donde la cotidianidad eran las balas».
Jorge Melguizo, quien también es periodista y
actualmente es consultor y conferencista en gestión pública, cultural,
ciudadana y de proyectos urbanos integrales, actualmente colabora con el FCE en
lo que será el Centro Cultural Apatzingan, y ha observado otros proyectos
culturales en México.
«Hace unos días en la Ciudad en
México, me mostraron los programas de formación de los centros de integración
familiar.  Y le pregunté al director de los
centros y su equipo, quiénes los diseñan: ¿Ustedes se irían un sábado o
domingo, entusiasmados a tomar un curso? ¿Sus hijos los despiertan los sábados
diciéndoles ‘¡Papá, papá, vamos!’?… Claro que no, les dije, es que ustedes
parten de un concepto: los centro culturales en los barrios más pobres son para
seguir en la pobreza, y ustedes creen que la pobreza es una imbecilidad, o peor
aún, que la pobreza es una discapacidad. Y los pobres ni son imbéciles ni
discapacitados. Y lo que necesitamos hacer en estos grandes centros culturales
barriales, donde hay mayor pobreza y mayores niveles de violencia, es elevar el
listón». 

Melguizo, quien
ofreció una conferencia en la sala Blas Galindo del CNART, asegura que ningún
pueblo, ciudad, estado o país es violento, en todo caso es violentado. Y como
toda persona violentada necesita de todo el apoyo y contacto del resto de la
ciudadanía.

14MAG 
Imagen:http://bit.ly/1v3cskH

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