«Arqueología mexicana» dedica número especial al arte textil

Con esta edición buscan mostrar los elementos para valorar el enorme trabajo y saber acumulado tras la elaboración de cualquier pieza textil
 Por Montserrat Brugada (@MonBrugada)
En el invaluable patrimonio cultural que se conserva
entre los pueblos indios de México, se encuentra la producción textil, uno de
los elementos más significativos y tradicionales en los que se refleja la
extraordinaria diversidad cultural que la caracteriza.
La revista Arqueología
mexicana
, en su edición de mayo y junio presenta su número 55 una edición
especial con el nombre Atlas de textiles
indígenas
, que muestra la amplia gama que existe en los diferentes pueblos
como los Mayas, Otopames, Oaxaqueños, Nahuas, de la Sierra de Puebla, del Golfo,
de Puréecherio, Gran Nayar y Noroeste.
Con esta edición buscan mostrar los elementos para
valorar el enorme trabajo y saber acumulado tras la elaboración de cualquier
pieza textil,  un elemento indispensable
para la conservación de esta y otras prácticas milenarias. La elaboración de
textiles como el hilado a mano de las fibras y el uso del telar de cintura se
encuentra en una situación delicada porque requieren de inversiones de tiempo
que resultan muy costosas.
Para entender más la actividad del hilado y tejido, se
tendría que remontar a la época prehispánica en la cual estaba asociada con la
mujer. El arduo trabajo de una tejedora prehispánica se refleja en el hecho de
que las mujeres generalmente eran enterradas con sus herramientas, como
malacates de barro o los tzotzopaztlis para
acomodar los hilos en el telar.
La elaboración de las fibras son de origen animal o vegetal
con características que permitían tejerlas, ya que son flexibles, resistentes y
de longitud suficiente para poderlas transformar. Las más utilizadas en la
época prehispánica era el algodón y el ixtle y posteriormente se incorporó la
lana.
La más notoria expresión de la tradición textil, la
elaboración de prendas para cubrirse, está íntimamente ligada a las condiciones
que impone el clima: los pueblos de las regiones frías elaboran prendas más
abrigadoras, utilizando la lana. En tanto que en las zonas más cálidas son más
ligeras.
Dentro de la revista describe a la región de Oaxaca como
uno de los estados que posee una riqueza étnica, en la que habitan amuzgos,
chatinos, chinantecos, cuicatecos, huaves, mazatecos, mixes, mixtecos,
tecuates, tlapanecos, triquis y zapotecos. Todos ellos dan un amplio matiz de
expresiones culturales, en los que se encuentra el textil.
La región oaxaqueña se distingue por una gran variedad de
producción  textil, en cada región se
encuentran atributos distintivos y se calcula que existen unos 300 trajes
diferentes, tejidos ya sea con algodón, lana o seda.
Otro lugar para conocer más sobre las colecciones de
textiles, se pueden encontrar en el Museo Nacional de Antropología, Museo Franz
Mayer, FONART, la Universidad del Claustro de Sor Juana, el Museo de Arte
Popular, entre otros.
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