El verdadero sabor de Tepito 1 de 3 («Migas Mary»)

Migas Mary

Las migas, entre otros platillos, son una forma de conocer el verdadero Tepito, ése que está lejos de la nota roja 
Por Pedro Sánchez 
Las
migas no tienen un lugar o fecha exacta de nacimiento, pero su aparición en las
mesas de los barrios permitió a las clases más humildes contar con un alimento
barato, nutritivo y sabroso que les permitiera hacer frente a la crisis
económica.
Este
platillo se fue incorporando en el gusto de los habitantes de la colonia
Morelos de la delegación Cuauhtémoc, particularmente en el barrio de Tepito,
primero en los cuartos de las vecindades, después en los zaguanes y más tarde
en las aceras y en algunos locales. 
En
las actuales calles del llamado barrio bravo se encuentran diversos establecimientos en
los que se vende este platillo, pero entre ellos «Migas Mary» destaca por sus 100
años de antigüedad y la peculiar forma en que sus comensales pueden ordenarlas.
En
palabras de don Juan Rosas Ramírez, esposo de la propietaria María del Carmen
Rendón, la  historia del establecimiento
es la siguiente:
[…]
mi suegra preparaba migas para darle de comer a sus hijos, pero como le
quedaban rete bien decide salir a venderlas en el zaguán de la vecindad del 38
de Caridad. Con el paso de los años dejó el zaguán, y rentó la accesoria de la
vecindad hasta que el sismo de 1985 derribó todo el predio. Dos años más tarde,
cuando dieron los departamentos y las accesorias de renovación  se instaló aquí.[1]  
Los
ingredientes de las migas son amasijo de pan, chile guajillo, hueso de cerdo,
cebolla y epazote, y una vez servidas pueden complementarse con limón, sal,
orégano, ajo y chiles dorados.
Para
don Juan la singularidad de las migas se debe a que “es un caldo energético que
sirve para cargar la pila para todo el día”, que es tan bueno que “hasta cura
las crudas”.
El
éxito tras la longevidad de las «Migas Mary» se debe a que son elaboradas con
algunas especias secretas y que pueden servirse solas, con hueso de cerdo,
huevo hervido, longaniza o una combinación de estos ingredientes.
Es
cierto que las migas, a diferencia de otros antojitos mexicanos, no son
visualmente atractivas. La persona que las degusta por vez primera observa en
la mesa un plato hondo lleno de un caldo espeso de color rojizo. En ocasiones
tarda unos minutos en dar la primera cucharada, pero tras ella el plato queda
vacío y regularmente se pide más o una orden para llevar.
Las «Migas Mary» se encuentran en la calle de Caridad número 40 esquina con Avenida
del Trabajo, frente la estatua a Morelos, cerca de la estación Tepito de la
Línea B del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Su horario de trabajo es de
8 de la mañana a 3 de la tarde, todos los días de la semana.
Las
migas, entre otros platillos, son una forma de conocer el verdadero Tepito, ése
que está lejos de la nota roja de los periódicos y de las narraciones
televisivas. Las migas contienen una parte de la historia e identidad de los
oriundos de ese barrio capitalino, que pese a todas las adversidades sigue de
pie.
Buen
provecho.
  


[1] Es importante
señalar que el sismo de 1985 derribó una cantidad importante de vecindades, que
se encontraban en pésimas condiciones debido al decreto de congelación de
rentas del presidente Manuel Ávila Camacho de 1942. Tras el movimiento telúrico
se puso en marcha el Programa de Renovación Habitacional que al otorgar
viviendas y locales comerciales a bajo costo transformó a los inquilinos del
barrio en propietarios.   

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