Michelle Bachelet quiere enfrentar a la «desigualdad social»

En su segundo mandato, Bachelet propone la despenalización de la marihuana, el matrimonio gay con adopción de hijos y la despenalización del aborto; sin embargo, parece contradictorio que estos cambios se realicen bajo una constitución que viene de la dictadura militar 

Por Nuria Ocaña 

CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).- 
Chile mira hacia un proyecto de reestructuración
que le permita ofrecer un “Estado de bienestar” a su pueblo y obtener mayor
presencia como país latinoamericano en la escena mundial.
Michelle Bachelet inicia su segundo mandato como
presidenta, a 25 años de que el país inició una nueva democracia con la salida
de Augusto Pinochet del poder. De manos de María Isabel Allende Bussi, hija del
ex presidente Salvador Allende y la primer mujer al mando del Senado, Bachelet
recibió la banda presidencial, asumiendo con ella la responsabilidad del rumbo
del país durante, al menos, los siguientes 4 años.
En entrevista para N22, María Elena Makuc, estudiante chilena de posgrado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), señala la
diferencia del primer mandato de Michelle Bachelet y su segundo ejercicio: “Al
principio estaba la novedad de ser la primera presidenta mujer socialista y su
historia familiar, se trataba más del personaje, ahora la gente está esperando
que los proyectos que no pudo concretar en su primer gobierno se cumplan. La
diferencia está en la expectativa”, dijo.
Con su regreso a la presidencia Bachelet señaló a “la
desigualdad” como el principal de los puntos rojos que atraviesa el país y que
exigen la atención de su gobierno. “Nuestro
país va a recuperar su rol como promotor de la integración latinoamericana bajo
mi gobierno”, señaló la dos veces presidenta de Chile en un encuentro organizado
por la CEPAL sobre el desarrollo.
Allí, Bachelet mencionó la condición que comparten
países latinoamericanos: una realidad económica y social marcada por
ingresos medios y una urgencia por dar pasos hacia el desarrollo. “Hoy podemos
reencontrarnos como viejos vecinos para reimpulsar una Latinoamérica integrada”,
declaró. Reforzando así las 50 medidas planteadas para los
primeros 100 días de su gobierno, centradas en tres grandes reformas: la de
educación, la fiscal y la constitucional; esta última pendiente desde los
cambios realizados por Pinochet.
“Chile cumple con una democracia en
procedimientos: elecciones periódicas, respeto a los resultados, voto secreto;
sin embargo, es una paradoja que este régimen democrático se desarrolle bajo
una Constitución determinada en una dictadura militar. La gente comienza a
abstenerse de participar porque prevalece un sistema binominal que impide que
partidos nuevos puedan entrar al Parlamento”, explicó Makuc.
Bajo estas condiciones, Bachelet
ha declarado su intención de erradicar la desigualdad que afecta dos aspectos
principales del país: el económico y el social. 
Sobre el aspecto económico, el primer proyecto
abordado en su agenda pretende cambiar la condición en la que se encuentra el llamado
“Bono marzo” (ayuda económica de aproximadamente 80 dólares destinada a las
familias más pobres del país), para hacerlo permanente. Asimismo, en el nuevo
modelo tributario se contempla el aumento a los impuestos a las empresas y la
eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (sistema
utilizado para lograr exenciones sobre las utilidades que son reinvertidas),
entre otros cambios.
No obstante, la mandataria no ha dejado de lado
las propuestas que beneficiarán situaciones de desigualdad social. La semana
pasada envió una iniciativa para crear el Consejo de la Infancia y la
Adolescencia, se ha ocupado de trabajar junto a Camila Vallejo y Giorgio
Jackson, funcionarios surgidos de las movilizaciones estudiantiles de 2011 y además
ha mostrado una postura abierta a las demandas de grupos y
movimientos que luchan por causas como la despenalización de la marihuana, el
matrimonio gay con adopción de hijos y la despenalización del aborto, entre
otros.  
“No sólo la oposición, la
derecha, estará vigilando el ejercicio de Bachelet, hay una nueva izquierda que
contempla a grupos no partidistas como los Mappuches, asociaciones
estudiantiles y asociaciones obreras, entre otros que también estarán pendiente
de sus avances. Será en mayo, cuando la mandataria deberá rendir cuentas a su
pueblo”, finalizó Makuc.
Imagen http://bit.ly/1hDC6kJ
14MAG 

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