La población de ajolotes en la zona lacustre de Xochimilco ha reducido drásticamente. Tan sólo en los últimos meses, estudios del Instituto de Biología de la UNAM confirmaron que no se ha encontrado ningún “monstruo acuático”. Sin embargo, el equipo de Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco trabaja en la recuperación del axolotl
Por Perla Velázquez
Ciudad de México, México, 10/03/14, (N22).- Sería una gran lástima que una especie de gran valor tanto científico, como tradicional y alimentario pudiera desaparecer. En ese sentido, el CIBAC (Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco) es uno de los precursores en evitar que esto suceda, independientemente de que ya esté disminuyendo las poblaciones en forma drástica en los canales, “nosotros tenemos el programa de liberaciones”, aseguró para la AgenciaN22, Fernando Arana Magallón.
La leyenda náhuatl cuenta que Xólotl, gemelo de Quetzalcóatl, iba a ser sacrificado para dar movimiento a los astros, pero éste se rehusaba a morir. Después de huir y pasar por transformaciones llegó al lago del Valle de México para convertirse en un Axolotl.
El ajolote por siglos fue una fuente alimenticia para la población prehispánica. Se dice, además, que la construcción de la Gran Tenochtitlán fue gracias al intercambio de este anfibio por materiales de edificación. En la actualidad existe un peculiar interés por éste.
Fernando Arana, responsable del CIBAC, aseguró que la importancia científica radica en que es un organismo primitivo que regenera sus partes y no sólo las extremidades, sino los tejidos nerviosos que ya en vertebrados superiores es imposible o muy escasa la forma en que se pueda regenerar.
La apariencia del ajolote al nacer es similar a la de un renacuajo, pero en realidad es una salamandra que permanece en estado larvario. La reintroducción a la zona lacustre de Xochimilco no está descartada.
“Tenemos ese programa por un lado, el acondicionamiento de apantles, que así les llaman, que son los brazos de canal aislados y que desde hace varios años hemos estado trabajando en relación con su mantenimiento, y desde luego, ya en este proceso de liberación tenemos una primera etapa dentro de estos canales aislados, dentro de la zona lacustre”.
La Facultad de Química de la UNAM diseñó una barrera, cuyo sistema de filtro mejora la calidad del agua en los apantles. Además evitan la entrada de depredadores. En estos canales aislados se han liberado 200 ajolotes, pero se pretende que el número incremente.
Según Fernando Arana Magallón, por el momento están tratando de distribuirlo en otros lugares para evitar que desaparezcan poblaciones mayores y que queden dentro de la misma zona lacustre, dentro de la misma cuenca de México.
“Sabemos que ya la población silvestre es cada vez más reducida. Desde entonces nosotros hemos estado, por parte del CIBAC, realizando estos estudios en relación con la reproducción en cautiverio de una colonia grande que tenemos aquí en el CIBAC, de ejemplares de ambystoma mexicanum en cautiverio y su tecnología para la reproducción”.
La población de ajolotes en la zona lacustre de Xochimilco ha reducido drásticamente. Tan sólo en los últimos meses, estudios del Instituto de Biología de la UNAM confirmaron que no se ha encontrado ningún “monstruo acuático”. Sin embargo, el equipo de Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco trabaja en la recuperación del axolotl.
A partir del año pasado se hizo la primera liberación programada y autorizada por las dependencias del medio ambiente, tanto federales como locales de la zona, SEMARNAT, y de las dependencias del Distrito Federal a través de un programa de liberación en un centro o en un lago de conservación de vida silvestre controlado por el ejido de San Gregorio Atlapulco.
“Tenemos tres líneas genéticas en donde hemos estado trabajando para evitar precisamente la consanguineidad dentro del cultivo interno del CIBAC y en esa forma son las crías que hemos obtenido para la liberación”.
El 1998 la doctora Virginia Graue, de la UAM Xochimilco, realizó el primer censo, en donde los resultados puntualizaron que existían 6 mil ejemplares por km2. Cinco años después, Luis Zambrano registró únicamente mil por km2. Para 2008, se encontraron 100 ejemplares.
“Nosotros sabemos que la población silvestre en la zona lacustre de Xochimilco cada vez es menor debido a las características, a las malas condiciones en que se encuentra esta zona para la sobrevivencia del ajolote. Principalmente por la presencia de grandes depredadores”, explicó Arana.
Para estas tres liberaciones que está llevando a cabo el CIBAC, las culebras de agua son sus principales depredadores. El programa contempla esta mortalidad por efectos naturales y por ello trabaja en un monitoreo para conocer en qué condiciones se desarrolla la especie.
“De acuerdo a los muestreos que hemos hecho, hemos logrado encontrar sobrevivencia, es decir, a base de trampeo, trampas especiales que colocamos nosotros en el lago, ya pudimos comprobar que sí hubo sobrevivencia”, finalizó.
Sin embargo, las tilapias y las carpas son los dos depredadores más agresivos del ambystoma en los canales. Éstas han tratado de ser erradicadas por las instituciones del medio ambiente. Para el CIBAC terminar con ellas puede llevar décadas.
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