- Rafael Tovar y de Teresa lamentó la pérdida y reconoció la labor de su hermano como intelectual y ser humano.
- Por su parte, la comunidad cultural resaltó que es una pérdida, que por más trillado que suene, es irreparable
Por Irma Gallo
CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-
“Es muy difícil para mí enfrentar esta circunstancia en mi carácter doble. Es la pérdida de un gran personaje de la cultura, lo digo como funcionario; mientras que como hermano, es una pérdida de las más entrañables”, sostuvo el presidente del Consejo nacional de la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa.
El funeral del investigador Guillermo Tovar de Teresa convocó a personalidades del mundo cultural, quienes reconocieron el gran valor de su obra y trabajo en favor de la historia del país.
Durante la ceremonia de despedida el funcionario federal abundó: “como hermano simplemente les digo que tengo una profunda consternación porque fue un hermano-amigo, fue una gente con la que compartimos una cantidad enorme de gustos, de conversaciones”.
Además, rememoró que su papá los llevaba a visitar los conventos coloniales en toda la República, y «Guillermo era el más apasionado, a los 8 años ya sabía los principios básicos del arte colonial, empezó a escribir; su primer libro lo publicó a los 17 años”.
El presidente del Conaculta compartió una anécdota familiar: “de niños siempre mi madre hizo que durmiéramos juntos los tres hermanos, y no porque no hubiera espacio, sino para que conviviéramos, y esa convivencia, y esa cercanía, la mantuvimos siempre”.
Mientras que de la labor intelectual de Guillermo, Rafael detalló: “Él deja varias contribuciones, primero una obra de 40 libros que abarcan una cantidad enorme de la temática del arte virreinal, desde su libro del barroco, su libro del Patrimonio de la Ciudad de México. Tendremos que ver en todos sus escritos, en sus archivos, qué podemos tomar de ahí para rescatar”.
Respecto a los homenajes para el historiador explicó que su homenaje como hermano es siempre tenerlo presente y cuidar todo el acervo: «todas las colecciones extraordinarias que logró reunir de los temas más diversos”.
Reveló que el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el cual desde los 11 años trabajaba y con el que estuvo siempre profundamente relacionado, planea hacerle un homenaje.
Lamenta sector cultural el deceso
Entre los personajes que asistieron al Panteón Francés de San Joaquín, donde se velaron sus restos, estuvo el flautista Horacio Franco, quien se dijo admirado de la joven incursión al mundo intelectual de Tovar y de Teresa, así como de la postura crítica que mantuvo en su obra.
“Escribió desde los 23 años, tantos libros tan buenos, además con un sentido crítico tan fuerte, un chavo de 23 años que se atreve a escribir y que lo hace desde un punto de vista verdaderamente erudito, no hay duda de que se ha perdido una gran mente en nuestro país”, expresó.
Por su parte, la escritora Guadalupe Loaeza recordó la afición del escritor por la música y la erudición que mostró desde niño.
“Chiflaba a Mozart maravillosamente bien, se conocía todas las canciones de la música norteamericana de los 20’s, 30’s, 40’s, tenía una colección de fotografías de la Ciudad extraordinaria, desde chiquito. Era un niño genio. No le gustaba que le dijeran así porque después fue un señor genio, un señor genial. Yo lo veía en casa de mis abuelos y se sabía la vida de todos los santos desde los cuatro años», aseguró.
Mientras que el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, mencionó su cercanía desde una edad muy temprana, con grandes intelectuales de la segunda mitad del siglo pasado: “cuando no había cumplido los 10 años de edad ya era asesor de la presidencia de la República. Estudió filosofía con Eduardo Nicole, trabajó muy cerca de Octavio Paz. Yo creo que todavía no acabamos de aquilatar la aportación que él hizo a la cultura mexicana, y aunque sea trillado decirlo, es una pérdida irreparable”, consideró.
De su labor para la recuperación del Centro Histórico habló el periodista Jacobo Zabludovsky: “es una gran pérdida para México, sobre todo para la Ciudad de México. La conocía mejor que nadie. Su presencia fue indispensable en el rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México en el sexenio en el que él formó parte del Consejo Consultivo de Rescate del Centro Histórico, junto con el Cardenal Rivera, con el ingeniero Carlos Slim y conmigo, donde tuve la oportunidad de afianzar nuestra amistad”, aseveró.
A su vez Inti Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico, en el mismo sentido reconoció la labor crítica del escritor en el mantenimiento de “La ciudad de los palacios”.
“Fue muy crítico como varios actores de la sociedad civil que manifestaron su indignación o su preocupación por lo que ocurrió; sin embargo, incluso en esos momentos difíciles, no perdimos el diálogo, el contacto, y la solución para la nueva restauración de la escultura también la construimos permanentemente consultándonos”, dijo.
El poeta Homero Aridjis mencionó su paso como cronista de la Ciudad de México y admiró su capacidad para reconocer sus limitaciones para cumplir esa tarea: “cuando fue designado cronista de la Ciudad de México, con mucha lucidez se dio cuenta de que era imposible que una sola persona pudiera ser cronista de la Ciudad de México. La tradición venía desde 1554 con Francisco Cervantes de Salazar, que hizo La vida en la Ciudad de México, en ese año, desde entonces había iniciado la tradición de los cronistas y cuando a él lo designa De la Madrid para el cargo, renuncia a ser cronista individual para hacer la crónica colectiva”, rememoró.
A su vez, Teresa Franco, directora general del INAH, hizo mención de la pronta incursión de Tovar y de Teresa en los trabajos de esa dependencia:
“Es un hombre vinculado desde niño al INAH, esa pasión por el saber, la memoria prodigiosa de Guillermo, lo llevaron muy rápidamente a vincularse a don Antonio Pompa y Pompa, a tantos de los más célebres personajes que dio el Instituto”, afirmó.
Imagen: http://bit.ly/19XX8ZY
13/Redacción Antonio Hernández