- Mansour es optimista respecto a la industria editorial, considera que el libro objeto sobrevivirá y convivirá con los formatos digitales
Distrito Federal, 25/10/13, (N22).-
Los niños son “despiadados, sino les atrae el primer párrafo te van a abandonar; son exigentes, a ellos no le importa si eres famoso, si has ganado becas, si tienes muchas reseñas”, así define a su público la escritora Vivian Mansour, quien promociona el libro doble Había una vez pero al revés y Cuentos de cabeza.
Con esa premisa y con el fin de modificar los estereotipos que fomentan los cuentos clásicos para niños, Mansour presenta en la primera parte Había una vez pero al revés una reversión de historias y personajes como Caperucita Roja, Rapunzel, Blanca Nieves, entre otros, a los que dota de situaciones y “temáticas más cercanas a los infantes de ahora y sin subestimarlos”, refiere la autora.
Mientras que en la segunda parte, Cuentos de cabeza, las historias confieren actitudes infantiles a personajes adultos en sus situaciones cotidianas, que en conjunto logran un común denominador: “todo está de cabeza, todo está alterado”, puntualiza, Mansour.
Publicado por Ediciones El Naranjo, cada una de las partes fue ilustrada de manera individual por Mariana Villanueva y Estelí Meza, cuyo trabajo fue seguido por la escritora, quien se muestra satisfecha por el producto final y resalta la importancia del trabajo gráfico para la literatura infantil al considerar que “su trabajo está muy relegado” cuando ellos “en realidad son coautores” y “siempre es enriquecedor descubrir el universo del ilustrador, que complementa las historias”.
Su obra, asegura, ha sido bien recibida por los niños, quienes se muestran contentos por encontrar historias conocidas y planteadas desde una perspectiva más cercana a ellos, a la vez que ríen de ellos mismos al verse reflejados en los personajes adultos de sus cuentos.
Fomento a la lectura
Mansour es optimista respecto a la industria editorial, considera que el libro objeto sobrevivirá y convivirá con los formatos digitales, debido a la comodidad que provee el impreso. También lo es respecto a la importancia de la lectura en este contexto inmerso en los gadgets, televisión e internet, al señalar que esta requiere de un nivel de concentración que “a los niños no les cuesta tanto hacerlo” y que les proporciona “una gimnasia mental que no te da otra actividad”, sentencia.
Por ello, recomienda a los padres “llevar a pasear a los infantes a las librerías, bibliotecas o feria del libro, y que ellos elijan lo que quieran, es el universo que ellos tienen derecho a escoger”, asevera.
Preocupada por la falta del nivel de “inteligencia” en los contenidos televisivos, que asegura “pueden hacer mucho más de lo que hacen a favor de la lectura, ya que cuentan con los recursos tecnológicos que deben de ser aprovechados aún a consta de las ganancias económicas”, dicha aseveración no se hace desde visión externa, pues su trabajo como publicista le permitió observar el interior de estas empresas.
Su papel como difusora la ha llevado a viajar al interior del país y por ello recalca la importancia del papel de los maestros en la promoción, pues ellos son “a veces el único vínculo entre el mundo de la literatura y los niños”.
Esta actividad le ha permitido también observar las condiciones laborales de los maestros en entidades como Oaxaca, por lo que considera que las movilizaciones magisteriales en contra de la reforma educativa tienen cierto grado de legitimidad, “debido a que son muy difíciles, no cuentan con los materiales, los niños no hablan español para leer lo mismos, no se les puede evaluar de igual manera”, sin embargo, puntualiza “no han sabido contar su historia y han extremado sus acciones por lo que han provocado el rechazo de la opinión pública”.