- «Una sola luz disparó y fue directo al escenario, logró encender las tres torres que estaban detrás de los músicos»
Por Perla Velázquez, Víctor Gaspar y Huemanzin Rodríguez
Enviados
GUANAJUATO, México, (N22).-
Con las percusiones, fragmentos de El Guernica de Picasso, se abrieron paso en el parque Los Pastitos.
Síntesis de la cultura valenciana y mediterránea, Ars praxis es una remembranza de una época oscura de España que se alzó con el olor de la pólvora en el aire frío. Una procesión en la que, sobre las cabezas de los asistentes, se abrieron paso: El caballo, Los rostros desesperados, El célebre Toro.
Todos ellos mostraban su rostro en blanco y negro o bien a color. En la comparsa, los juegos pirotécnicos avanzaban como estandarte. Luego las columnas cayeron y se convirtieron en cañones.
La gente caminaba de una esquina a otra. Las luces simulaban ser los disparos en una guerra, el olor a pólvora trasladaba ese ambiente de terror. Las banderas eran animales de colores, los españoles dirigían el camino, atrás los músicos con instrumentos antiguos, no paraban de tocar.
El conflicto bélico comenzó en segundos. A lo lejos se alzó un soldado. La pirotecnia era más fuerte, espantaba a los asistentes. Por fin los guerrilleros llegaron al campo. Tres torres azules: WAR se leía sobre ellas.
El Guernica de Picasso apareció íntegro, pero los hombres le prendieron fuego. De pronto un estallido a lo lejos hizo que la gente mirara donde las banderas de distintos países hondean. Una sola luz disparó y fue directo al escenario, logró encender las tres torres que estaban detrás de los músicos.
Xarxa se ha especializado en espectáculos con fuego y pirotecnia, como los recordamos en su primera visita al Cervantino hace más de 10 años. Entonces su trabajo estaba entre los religioso y lo pagano.
Ahora no sólo estaba el evidente tinte político, también era un acto ritual, como si la representación expiara el horror vivido en Vizcaya el 26 de abril de 1937, cuando la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, bombardearon Guernica a favor de los sublevados contra el gobierno de la Segunda República Española.
Xarxa parecen recordarnos que las libertades siempre están en el borde de la pérdida y la defensa, cada día, cada noche. Por ello es conveniente caminar unidos entre las calles nocturnas, y como los chinos antiguos, usar la pólvora y el fuego para ahuyentar a los demonios, en este caso los demonios del fascismo, de los ultraconservadores y todos esos diablos que babean por el poder.
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