«¿A dónde van los muertos?» ¿a dónde fue Kinky?

GUANAJUATO, México, (N22).- 

La luz del sol aún no desaparecía y la fila para poder ingresar a la Alhóndiga de Granaditas ya rodeaba el recinto. La razón por la que las calles de Guanajuato lucían llenas llevaba un nombre: Kinky. La presentación de esta agrupación regiomontana iniciaría a las 8 de la noche, cuando la luna hiciera su aparición.

«Después del after”, de su más reciente material discográfico Sueño de la máquina, fue el track que se encargó de encender la noche que se pronosticaba para estar llena de mucho baile. Y no fue un error pues al sentirse las primeras notas los congregados comenzaron a perder su cabeza como en su momento lo hicieron Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez.

Gilberto Cerezo, vocalista de la agrupación, anunció la llegada de Kinky a Guanajuato, mientras Ulises Lozano hacía sonar el teclado y su acordeón a la par del juego de luces que transportaban al espectador a otra atmósfera. “Marcha atrás” terminaba, pero la euforia no bajó; el repertorio continúo con “Hasta quemarnos” y “Soun Tha mi primer amor”, cuyo final tuvo un arreglo distinto con toques de cumbia.

Dos pantallas gigantes estaban a espaldas de la agrupación. Allí robots, bailarinas de ballet

y un juego de stop motion se conjugó con la electrónica, el funk, el rock y la cumbia que hizo que las escalinatas de la Alhóndiga, así como la calle aledaña lucieran llenas de principio a fin.    

“Negro día”, “Alma de León”, “Cual quiere que le cante” y “Más” terminaban con la presentación de Kinky. Sin embargo, la gente insistió para que los regiomontanos salieran una vez más.

La energía se desbordó tanto en el escenario como fuera de este cuando se escucharon las acordes de “Cómo te voy a olvidar”, canción que en su momento hizo famosos a los Ángeles Azules. “Me gustas por coqueta”, dio un giro a su versión original y en esta ocasión el dub step se hizo presente.