- Beatriz Bergamín afirmó que la tauromaquia fue un arte mágico para su abuelo
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GUANAJUATO, México, (N22).-
Impresionada por el profundo conocimiento que hay en México de los poetas literatos y exiliados españoles, Beatriz Bergamín, nieta de José Bergamín, platicó con Noticias 22 y dijo sentir haber percibido un «inmenso respeto, no sólo hacia mi abuelo, cuando incluso en España hoy en día hay voces calladas».
Las palabras de Bergamín llegaron a la 41 edición del Festival Internacional Cervantino tras la guerra civil en 1939.
«Es un caso que en España algunas personas están tratando de desenterrar, aún no está desenterrado el tema de los muertos. Si en México el problema es que no se pueden enterrar, en España quizá la problemática es que no se puede desenterrar que no sé sabe aun sus nombres, que no se quiere que se reviva en la memoria política la palabra de Bergamín, sobre todo en textos como La sangre de Antígona que trata de reivindicar ese espacio, justicia y generosidad que un ser humano debe tener hacia otro ser humano».
Beatriz afirmó que su abuelo lucho hasta la muerte por la libertad de expresión y por la libertad
de estar, vivir, escribir y sentir, «pero nunca imponiendo su criterio, siempre a la contra de lo que pasaba en España, siempre desde que se fue y cuando volvió. Nunca recibió un premio por parte de la monarquía».
Para tauromaquia representó para el escritor un arte mágico, él la veía como un arte que tiene que ver con el teatro porque es efímero, ocurre una vez, como la poesía. «Es una emoción que uno siente de manera particular y que ha de tener la suerte de vivir si se enfrenta a un espectáculo con la vida y la muerte», finalizó.
Imagen: http://bit.ly/1agbYYi
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