“Hay que dividir al artista de la persona cuando se habla de Elia Kazan”: José Antonio Valdés Peña

  • Ganador de dos premios Oscar como mejor director, Elia Kazan, es considero como un gigante del séptimo arte

Por Alejandro Mendoza

Ciudad de México, 30/09/13, (N22).- Emigra al continente americano, lugar donde se enfrentó a una fuerte carga de marginación, al mismo tiempo que fue relegado de oportunidades, tuvo una infancia y juventud difícil, pero a pesar de todo su destino ya estaba trazado como uno de los directores más importantes del cine clásico norteamericano. El pasado sábado se cumplió su décimo aniversario luctuoso, Elia Kazan murió a los 94 años de edad.
“Fue alguien que siempre tenía que justificarse en todas las entrevistas que daba por lo sucedido ante el Comité de Actividades Antiamericanas en 1952, ante la paranoia anti-comunista hollywoodense; pero si se quiere revalorar la figura de Elia Kazan hay que dividir al artista de la persona, en este caso, al hombre que traicionó e hizo cosas que no debía haber hecho sin medir las consecuencias; y por otro lado, al cineasta que dio un rostro más humano a la actuación estadounidense, con la fusión del cine, teatro, arte y literatura”, expresó José Antonio Valdés Peña, crítico cinematográfico.

Ganador de dos premios Oscar como mejor director, Elia Kazan encaminó su carrera con la producción de éxitos taquilleros como Nido de Ratas, Al este del paraíso y La luz sale para todos, “creando un método de actuación vivencial donde el actor debía apreciar parte de sus experiencias para poderse expresar en la escena, característica principal de la escuela Actor´s Studio, escuela que vería surgir actores como Marlon Brando, Paul Newman y Marylin Monroe”.

El conductor del programa Miradas al cine, José Antonio Valdés, mencionó en entrevista que “Kazan fue un cineasta con un gran sentido para exprimir a sus actores al máximo, en la película Nido de ratas el diálogo donde Marlon Brandon le dice a su hermano “es que yo pude ser alguien, en vez de un vago”, se considera una de las escenas más importantes del cine norteamericano”.
1999, Oscar honorifico

Uno de los momentos más terribles en la historia de los Premios Oscar sucedió en 1999, cuando Elia Kazan a la edad de 90 años recibe el Oscar honorífico por su carrera, mientras la mitad de la sala no se levanta y se escuchan abucheos, incluso se ve a un Steven Spielberg sentado cruzado de brazos.
Martín Scorsese, quien en aquella ocasión fue el encargado de entregar el premio, dirigió Una carta a Elia, documental producido en 2010 donde aborda la figura de Elia Kazan como la persona que más había influenciado en su vocación, considerándolo como un auténtico gigante del séptimo arte. 
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