- El limbo bajo la lluvia, de Ana García Bergua, busca romper con la estructura convencional del cuento y escribir finales más abiertos
Por Alizbeth Mercado
(@alizbeat)
CIUDAD
DE MÉXICO, México, (N22).-
DE MÉXICO, México, (N22).-
“Yo
creo que el cuento es más difícil que la novela, es un género que no se escribe
o lee fácil, hay que rascarle mucho y entonces quizá por eso mucha gente no se
acerca, creo que la vida se ha vuelto tan fragmentaria que la gente debería
leer cuento, se acopla más a la vida del siglo XXI”, comentó la escritora Ana
García Bergua.
creo que el cuento es más difícil que la novela, es un género que no se escribe
o lee fácil, hay que rascarle mucho y entonces quizá por eso mucha gente no se
acerca, creo que la vida se ha vuelto tan fragmentaria que la gente debería
leer cuento, se acopla más a la vida del siglo XXI”, comentó la escritora Ana
García Bergua.
Historias circulares y
finales inesperados, hombres que esperan pertenecer a ciertas élites y mujeres
que buscan pretendientes con carteras voluminosas. Cuerpos vivos e inertes,
sueños coherentes y el eterno anhelo. Todo lo anterior conforma el nuevo libro
de cuentos de Bergua El limbo bajo la
lluvia. (Acuse de Recibo)
finales inesperados, hombres que esperan pertenecer a ciertas élites y mujeres
que buscan pretendientes con carteras voluminosas. Cuerpos vivos e inertes,
sueños coherentes y el eterno anhelo. Todo lo anterior conforma el nuevo libro
de cuentos de Bergua El limbo bajo la
lluvia. (Acuse de Recibo)
Ana se ha dedicado a escribir
cuentos y novelas –como dato oficial- desde 1992 cuando obtuvo una beca
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; sin embargo, asegura que su
acercamiento a las letras comenzó en su juventud con “grandes cuentistas desde Juan
José Arreola, Juan Rulfo, Julio Torri, Ámparo Dávila, Francisco Tario, José de
la Colina. Para García Bergua, con todo y estos
autores mexicanos, el cuento no se lee
tanto, es como la poesía y está vivo.
cuentos y novelas –como dato oficial- desde 1992 cuando obtuvo una beca
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; sin embargo, asegura que su
acercamiento a las letras comenzó en su juventud con “grandes cuentistas desde Juan
José Arreola, Juan Rulfo, Julio Torri, Ámparo Dávila, Francisco Tario, José de
la Colina. Para García Bergua, con todo y estos
autores mexicanos, el cuento no se lee
tanto, es como la poesía y está vivo.
La razón por la que quizá la
lectura del cuento es minimizada –en opinión de Bergua- es que en realidad no
se consume tanto, el cuento: siempre miden las cosas por la cantidad de libros
comprados pero eso no forzosamente es lo que lee la gente, porque luego los
estudiantes leen de bibliotecas o de libros prestados, no sé qué tanto se lee o
no. De que se compran más novelas es cierto.
lectura del cuento es minimizada –en opinión de Bergua- es que en realidad no
se consume tanto, el cuento: siempre miden las cosas por la cantidad de libros
comprados pero eso no forzosamente es lo que lee la gente, porque luego los
estudiantes leen de bibliotecas o de libros prestados, no sé qué tanto se lee o
no. De que se compran más novelas es cierto.
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Dentro de El limbo bajo la lluvia, se advierten
como ejes temáticos: la espera, la duda y el humor negro. ¿Cómo poder combinar las categorías y
condensarlas en un libro sin perder la coherencia?
como ejes temáticos: la espera, la duda y el humor negro. ¿Cómo poder combinar las categorías y
condensarlas en un libro sin perder la coherencia?
“Las muertes me han marcado
por eso ha estado presente el humor negro en los cuentos. Me importa ser la
gente que anhela, que se hacen ilusiones sobre las cosas, imaginan”.
Ana decide emplear el humor,
no como una herramienta formal, sino como reflejo de su carácter: “hay que ver las
historias con un hilo muy delgado, todo se puede transformar en otra cosa distinta.
El punto de vista es muy móvil en ese sentido”.
La duda como categoría
dentro del compendio se refiere a los finales abiertos, donde existen posibilidades
para el lector, hay interrogantes dentro del horizonte de expectativas: Mis
finales no son lo que se espera, no me gusta ser finales categóricos, no estoy
segura si mis cuentos siguen el género tal como deberían, de pronto se quiebran
y van hacia otros lados.
**
El
limbo bajo la lluvia es una publicación de Textofilia, editorial
independiente que tiene alrededor de cuatro años en el haber literario. La
selección de cuentos corrió a cargo de Alfredo Núñez Lanz. Algunos cuentos
están en antologías anteriores, otros fueron hechos para el suplemento cultural La Jornada Semanal, (del diario La
Jornada) y el resto son inéditos.
limbo bajo la lluvia es una publicación de Textofilia, editorial
independiente que tiene alrededor de cuatro años en el haber literario. La
selección de cuentos corrió a cargo de Alfredo Núñez Lanz. Algunos cuentos
están en antologías anteriores, otros fueron hechos para el suplemento cultural La Jornada Semanal, (del diario La
Jornada) y el resto son inéditos.
El compendio así como Ana
García forman parte de dos aristas interesantes dentro de las letras mexicanas:
las editoriales independientes y los suplementos culturales.
“Las editoriales independientes me parecen maravillosas, ante
las editoriales que devoran todo y lo llenan de autoayuda y basura, no creo que
las editoriales grandes no tengan derecho a editar autoayuda para sobrevivir o
lo que sea que se venda, pero eso de repente
ha devorado todo la oferta. Las editoriales chicas van haciendo otro
ámbito editorial mucho más apegado a lo que es la literatura y las
humanidades”, comentó.
Ana colabora desde hace tiempo en La Jornada Semanal y -he descubierto que tengo lectores-.
“Los suplementos ojalá
siguen existiendo, conservan la tradición de que ahí surgen plumas nuevas
y sobre todo el periódico le llega a mucha gente los domingos. Alguien que lo
lea o no ahí está, no es tan fácil que alguien que no tiene contacto con la
cultura se ponga a buscarla en internet, el suplemento lleva la cultura a las
casas de la gente y con suerte le dan una hojeada y algo les atrae”, concluyó.
13MAG