“Me gustaría ver un ensayo bastardo”: Bruno H. Piché

  • “Prefiero
    el ensayo que dice las cosas de manera fuerte, incluso impertinente”
  • “Somos
    muy pudorosos al hablar de nosotros mismos, en la tradición hispanoamericana en
    especial en México
    ”.

Por
Alizbeth Mercado (@alizbeat)


Fotografía: Karen Rivera 
Distrito Federal, 03/06/13, (N22).-  
“Creo que los géneros están desapareciendo,
hay ensayos que se leen como novelas y viceversa, cada vez hay más autores
escribiendo en esa línea sin decir ‘voy a escribir ensayo’. Es cierto que hay
distintos tipos de ensayistas como
Carlos Fuentes, José María Pérez Gay,  su
hermano Rafael, que escribe en primera
persona  de cualquier cosa, como un anti
ensayo. Espero que desaparezca el ensayo y surja en su lugar una escritura sin
género, una prosa bastarda, un ensayo bastardo, es lo que me gustaría ver”,
comentó Bruno H. Piché.
El taller de no ficción es
un compendio de textos semi inéditos, muchos de ellos fueron publicados en
suplementos y revistas como Letras
Libres.
“Publiqué una crónica de un viaje que hice a Dubái, pero por su
extensión no salió completo, acá está el texto total y lo llamo semi inédito,
todos los textos los corregí y casi los
reescribí”. 

Bruno
H.Piché escribió autobiografías no ficticias y recuperó la tradición
anglosajona del ensayo: la forma de crear un texto y cómo contar las historias
es la clave:
La
expresión non fiction writting, se
caracteriza por no ser un reportaje o una nota periodística apegada a los
hechos, se acerca más bien, más que al ensayo (la tradición ensayística de
México) a la tradición de la crónica como la practica Juan Villoro, Elena
Poniatowska, en donde están dando su versión, de hechos reales vistos a través
de su particular mirada, en ese sentido la escritura de no ficción, verídica se
vuelve intencionalmente reinventada por el autor, explicó.

La
ficción o la ausencia de ella, ponen en la mesa de debate la visión que Piché
tiene respecto al ensayo. ¿Acaso existe diferencia sustancial (o formal) entre
la tradición hispanoamericana y la anglosajona?

“Yo
no tengo una mala opinión del ensayo tal y como se escribe en México, lo que sí
te puedo decir es que en México, Alfonso Reyes nos hizo mucho bien y al mismo
mucho daño, porque como dice Borges, reinventó la forma de escribir e impuso un
canon ensayístico que quienes se dedican a escribir ensayo se ven obligados por
fuerzas no sé de qué tipo, a ser muy
preciosistas en el lenguaje y el lector
quiere ensayos escritos de forma ‘bonita’. No lo creo así, prefiero el que se
acerca a la tradición anglosajona, que tiene una manera fuerte e incluso
impertinente”.

Piché
mira las cosas con un ojo agudo, lleno de sorna (Yuri Herrera le acuñó el adjetivo),
habla de varios personajes, maneja hipertextualidad entre historias y voces.
Mira a Frank Sinatra  como posible
personaje de la serie Mad Men, explica
por qué no disfruta las series como debería; The Raven de Poe y su “nunca más” también están entre Tom Waits y
Las Vegas.

Entre
otras referencias para Bruno están: Alfonso Reyes, de quien “sus textos mejores
son los menores”, citó una doble referencia, un ensayo suyo en el que narra un
viaje que tiene que hacer con su chofer y su hijo a una universidad en
California en cuestión de 24 horas. Juan Villoro me parece que ha sido
importantísimo para mi generación y los que vienen.

Asimismo, Piché  mencionó que entre las nuevas
generaciones, Sergio González Ramírez es un autor fundamental al que se le pone más atención fuera de México
y recién ganó el premio de la Libertad de Expresión en Cataluña, “además, de
periodista valiente es un ensayista arriesgado que apuesta por el ensayo
multiforme que se mueve entre distintas velocidades. Afortunadamente hay una
cantidad infinita de ensayistas jóvenes, publicados como Geney  Beltrán, Heriberto Yepez, hasta los que no
conocemos que tienen sus blogs y followers,
no soy de blogs pero sé que hay buena literatura”.

La
ansiedad llevó a Bruno a realizar un viaje por conseguir medicamento, el viaje
provocó una historia. El cáncer que terminó a Christopher Hitchens lo trata
como un signo de honor.  La enfermedad
para Piché resulta un tema como cualquier otro, no existe recato, Piché no es
temeroso.

“Somos
muy pudorosos al hablar de nosotros mismos, en la tradición hispanoamericana en
especial en México hay pudor, el principal libro de memorias de Salador Novo, La estatua de Sal, permaneció inédito
décadas; Sergio Pitol, es otra referencia para mí, porque rompe con los géneros
desde los años noventa en El arte de la
fuga
, donde él habla de sus experiencias en primera persona sin tapujos”.

¿Por
qué existe pudor? – Pregunto a Piché-  “No
sé si Samuel Ramos fue el primero que lo preguntó, hasta Octavio Paz, Roger
Barta ¿por qué el pudor?, es una muy buena pregunta, habría que preguntarle a
los pudorosos. No sé cómo responderlo, no lo tengo entonces habría que
preguntarles haber si se atreven a responder. Yo creo que hay una cosa que casi
tiene que ver con Freud, creo que a algunos escritores digamos que canalizan o
subliman sus problemas a través de sus tramas y personajes, es un recurso
válido”.
13MAG 

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