La mirada femenina es ineludible en los escritos de Inés Arredondo

  • A 85 años del natalicio de Arredondo, la escritora Beatriz Espejo recordó que su narrativa rompió con el orden moral y social establecido

Por Alizbeth Mercado (@alizbeat)

Distrito Federal, 20/03/13, (N22).-

“A mí me parece que Inés Arredondo es
una de las cuentistas más lúcidas, inteligentes y logradas que ha dado el país.
Tratándose de mujeres es una escritora verdaderamente ejemplar y tratándose de
hombres es verdaderamente ejemplar, ella no quería entrar en problemas de
género (me lo dijo en una entrevista), quería ser comparada con la obra de los
hombres y lo consiguió, porque muchos de sus cuentos son de primer orden”,
comentó sobre el trabajo literario de Inés Arredondo, la escritora Beatriz Espejo.
El día de hoy Inés Arredondo
cumpliría 85 años. La cuentista nació en Culiacán, Sinaloa, pasó su infancia en
este lugar, hasta que se mudó a Guadalajara para cursar la preparatoria. En
1947 se inscribió a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, para estudiar
Filosofía. Quizá por serendipia o decepción, viró sus intereses hacia la licenciatura de
Letras Hispánicas. En la década de los cincuenta estudió Arte Dramático y Bliblioteconomía.
“Fue una estudiante notable,
se hizo escritora en la universidad, Tuvo la beca del Centro Mexicano de Escritores,
no por ser mujer”, agregó Espejo.
Tiempo después comenzó a
publicar sus textos y tuvo contacto con el grupo de Los Contemporáneos. Arredondo
fue una escritora de obra compacta, dentro de sus cuentos destacan La señal(1956), Río Subterráneo (1988), por el cual recibió el Premio Xavier Villaurrutia y Los Espejos (1988).
“Inés es un de esas
escritoras que nació para contar historias de manera ejemplar. Es cierto, a
pesar de que no quería que fuera catalogada, quienes estudiamos la literatura de
las mujeres la agrupamos en las más notables, fue una escritora
de obras no muy extensas, escribía con mucho trabajo”.
La narradora Lena Rendón
escribió en su ensayo Los fantasmas de Inés Arredondo lo siguiente: «Exploró almas. Sus personajes existen en
plenitud sólo a partir de la mirada del otro. Casi todos sus relatos están
ubicados en provincia y develan la presencia de un Dios sadomasoquista y
morboso que condena a los hombres por diversión. La suya es una narrativa que
rompe con el orden moral y social establecido.»
Las aseveraciones de Rendón
sobre la obra de Arredondo reiteran la pugna contra la mirada social que divide
a los  géneros, sin embargo para Beatriz
Espejo es ineludible la “mirada femenina” que descansa en los textos de Inés.
“Su obra sí tiene un sello
femenino, -no feminista, eso es diferente-, tiene la famosa mirada de mujer cuando habla de la
relación con su madre, de sus amores heterosexuales, en fin. Entonces, siempre
toma esta mirada y muchos de sus personajes son femeninos”.
Inés fue esposa de Tomás Segovia,
con quien colaboró en la Revista Mexicana
de Literatura
al lado de Salvador Elizondo, Humberto Batis y Juan García
Ponce.
Arredondo murió a los 61
años, el segundo día de noviembre en 1989.
“La vigencia que puede tener la obra de arte de Inés
Arredondo, es la vigencia de una obra de arte bien leída, entendida y bien comprendida,
curiosamente, ella nunca se lo propuso”, concluyó la también investigadora de
la UNAM, Beatriz Espejo.

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