Ciudad de México, México, 15/03/13, (N22).- «Ciertamente, cuando vemos lo que pasa a nuestro alrededor nos quedamos con un sentido de frustración de que no funcionan las cosas, que estamos con un 90% de discapacidades terribles, y sin embargo, creo que cuando estamos hablando de ciencia y cuando estamos hablando de arte y cuando estamos hablando de conocimiento, estamos haciendo la apuesta paciente al 10% de nuestras capacidades geniales para, precisamente, transformar las cosas».
El poder del conocimiento, el arte y la ciencia para potenciar la capacidad del ser humano para transformar su entorno, fue el tema central de la conferencia magistral «Imaginalee», que el periodista José Gordon impartió en la sala Mayamax del Museo del Mundo Maya, como parte de las actividades de la FILEY.
«La buena noticia es que las neurociencias, por ejemplo, nos plantean que el cerebro no tiene los límites que nosotros pensábamos que tenía. Siempre se consideraba que cuando estábamos hablando del cerebro había un momento en que, digamos, por decirlo así se «congelaba» la máquina y ya no podías crecer, y ahora como nunca se está viendo que hay esa posibilidad de que el cerebro sea más plástico, sobre todo cuando tenemos la capacidad de exponer, desde la infancia, y en la adolescencia, sus talentos y a ejercer su imaginación.
«Creo que detrás de todo lo que estamos viviendo, de las grandes crisis, hay una crisis fundamental, que es una crisis de imaginación. Y la buena noticia es que ese recurso de la creatividad y de la belleza, y de la inteligencia está muy vivo en México y nuestra responsabilidad es darlo a conocer».
Promover el conocimiento científico y a la creación artística, opina José Gordon, también puede ayudar a empezar a reconstruir el tejido social.
«Cuando nos damos cuenta de que hay belleza y de que hay inteligencia y que eso tiene capacidad de transformación, empieza a ocurrir un fenómeno que es incipiente, que es delicado y que uno piensa que no tiene ninguna repercusión, pero yo creo profundamente en el efecto mariposa, que se explota también desde el mundo de la ciencia: el aleteo de una mariposa puede desencadenar una tormenta; el aleteo del pensamiento y de la inteligencia y de la imaginación, también, tarde que temprano, va creando efectos que repercuten profundamente en nuestra sociedad», concluyó.