Facebook, ¿fuente de dependencia y frustración?

  • Paulino Sabugal, del Colegio de Psicología del Claustro de Sor Juana, aseguró que las redes sociales no deben convertirse «en el sustituto de la comunicación o en la comunicación por excelencia”

Por Stephanie Álvares 

Ciudad de México, México, 18/02/13, (N22).- “Desde que existe la
posibilidad de que los seres humanos se comuniquen a través de instrumentos que
vayan más allá de la comunicación inmediata, se han generado distorsiones,
abusos, presunciones, que son desde el punto de vista psicológico, un reflejo
de la identidad humana, de sus distorsiones, sus patologías, anhelos,
necesidades y deseos reprimidos”, así lo mencionó en entrevista para la agencia de N22
Paulino Sabugal, director del Colegio de Psicología de la Universidad del
Claustro de Sor Juana.
A propósito de diversas notas informativas que aseguran que el uso de las redes sociales causa efectos depresivos en sus usuarios, Paulino Sabugal aseguró que en especial Facebook ha generado en
muchas ocasiones en sus consumidores un sentido de dependencia, ya que si no
poseen una cuenta se sienten aislados y esto “en muchas ocasiones les genera
frustración”. Pero debido a este “control, ahora vemos abusos terribles,
gente que se ha sentido vulnerable, expuesta, agredida, gente que ha sufrido
hostigamiento, excesos de abusos”. Lo que ha llevado a los usuarios a
cancelar o dar de baja temporal su perfil.

“El dar de baja una
cuenta es inclusive un momento de descarga, de ira o de frustración, la chica
se pelea con el chico y lo borra del Facebook, ¡Ya no te voy a ver!, es una
manera de castigar al otro, pero tampoco resuelve problemas, es como si en un
arranque tú cortaras con las tijeras la línea telefónica de tu casa”, bromeó el psicólogo.

Sabugal expresó que no
hay que espantarse de lo que pasa en las redes, pero sí preocuparse por el
abuso que se está haciendo de este recurso. A lo que dijo “son herramientas que
están disponibles, habrá que saberlas usar, lo que nos falta es saber reconocer
los estatutos de estos instrumentos contemporáneos, y realizarlos, no
convertirlos en el sustituto de la comunicación o en la comunicación por
excelencia”. 


Facebook no crea relaciones de poder, sólo las catapulta

“No es que Facebook
genere conductas distorsionadas, sino que las distorsiones siempre han estado
ahí, pero son este tipo de herramientas las que las exacerban y catapultan”, expresó el maestro en psicología. “Las relaciones son complicadas pero sí hay
medios que son intermediarios o las facilitan”.

A ello, Paulino destacó
que “pueden existir relaciones igualitarias, complementarias o subordinadas,
donde al final, el ejercicio del poder se aparece tarde o temprano en todas las
relaciones interhumanas”, y agregó que los medios de comunicación en sus
diferentes contextos históricos siempre han sido vulnerables a suplantar
identidades y crear anonimatos.
La red social genera
que la persona “protagonice comunicaciones afectivas, efectivas y oportunas”.
Por lo que acentuó que Facebook y Twitter, por ejemplo, “facilitan la comunicación y en
algunos casos, se vuelven sustitutivos de las relaciones
interpersonales. Ahí lo que estamos viendo es el refuerzo de las conductas disfuncionales
amparadas o escondidas, y parapetadas por el medio electrónico”. 

Con carisma, Sabugal
recordó una canción que le gustaba mucho de Led Zeppelin, «The song remains the
same». La canción es la misma, “el ser humano sigue siendo el mismo, no ha
cambiado gran cosa, su evolución biológica es muy reducida, pero la evolución
cultural es vertiginosa, y entonces, lo que va a cambiar es la forma en que el
ser humano se adapte o no con sus instrumentos”.


“…crean una vida alterna paralela, que eso, “en el ámbito psicológico, es fronterizo con la esquizofrenia, salirse de la realidad””

Lo que se publica en la
red es “virtual, eso no es real, ahí hay una distorsión, estamos pensando que
ese seguimiento tiene una factibilidad, una verificación empírica que no tiene,
y eso es una distorsión”, resaltando con ello que la exhibición recurrente de
sentimientos y de emociones, es también un abuso.

“La herramienta está bien, qué bueno que
avance la sociedad, qué bueno que existan cosas nuevas, pero habrá que
manejarlas con la precaución medida de no convertir al instrumento como sustituto
de la relación interhumana que sigue siendo la primera y la única relación
valiosa”.

Especificó que estos
usuarios, amantes de las redes sociales, crean una vida alterna paralela, que
eso, “en el ámbito psicológico, es fronterizo con la esquizofrenia, salirse de
la realidad”. No es Facebook, puede ser cualquier cosa, el ajedrez, la lectura,
el uso y abuso de cualquier otra para descargar todas sus frustraciones y
esconderse de aquello que temen, “justamente porque tenían una disfunción del
tipo social, desfogue social, algún aspecto del trastorno de la personalidad.

“El ajedrez es una
herramienta muy buena, es un juego creativo, pero si es lo único que tienes, es
igual a cero. Hay que tener repertorio, todo mundo dice que leer es bueno, y no
lo dudo, ¿pero si es lo único que haces? Abusar de una actividad se vuelve un
asunto obsesivo (…) se están proyectando ahí todas esas frustraciones,
todas esas disfunciones psicológicas,  o
psicoemocionales.

 “Resulta vulnerable, primero, para la persona
que publica, y luego para los otros, que están metidos todo el día en Facebook,
donde lo único que tienen como referente es lo que hace el otro, hay una sobre-atención
a los demás,
un sobredimensionamiento sobre la actitud y la conducta del otro,
entonces pueden desarrollarse envidias y percepciones distorsionadas”.

Las redes sociales llegaron para quedarse

Sabugal resaltó que
para él son importantes tres puntos: en primer lugar, que las tecnologías de la
información y de la comunicación son necesarias, “son parte del progreso de la
tecnología y las ciencias, y negarlas o condenarlas sería tan absurdo como
decir que los viajes en avión son malos por que chocan contra las torres gemelas,
sería una exageración”.

Posteriormente, como
segundo punto, involucró al ser humano, el cual “lo conocemos muy bien, y
abusa, abusa de todo lo que le gusta, abusa del alcohol, abusa del sexo, abusa
de las drogas, de la flojera, de las armas, entonces, abusos es lo que hay que
regular.

“Lo que nos falta es
una regulación” dijo como último punto, y resaltó las precauciones que conlleva
mencionar la palabra «regulación», ya que, “no quiero decir con ello censura”.
Sabugal se refiere a tener un encuadre de qué sí y qué no es pertinente, “vamos
a pensarlas como reglas de etiqueta”, cosas que deberían tomarse en cuenta para
prácticas adecuadas, como si es legítimo o no burlarse de los demás”.

Finalmente subrayó que
las redes sociales llegaron para quedarse, “cualquiera que diga que las quiten
está en un error, hay que saber vivir y convivir con ellas, aprovecharlas ya que son extraordinarias, dado
que han solucionado diversos temas, así como también afectado otros”.
Paulino Sabugal tiene maestría
en psicología clínica, atiende su consultorio privado, ha trabajado en la
docencia y en la capacitación, y ha colaborado como divulgador de la ciencia en
diversos periódicos, radio y televisión. Actualmente es director del Colegio de Psicología de la Universidad del Claustro de Sor Juana.

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