Una noche para Lola la Grande

Ciudad de México, México, 23/01/13, (N22).- “Lola Beltrán fue una mujer de gran energía, inteligente, intuitiva, espiritual, auténtica, intensa y apasionada, aspectos que evidentemente reflejaba en los escenarios”, expresó María Elena Leal, hija de la cantante de música vernácula nacida en Rosario Sinaloa, durante el homenaje que la Fonoteca Nacional del Conaculta le rindió a la artista.

La noche del 22 de enero, la periodista, cantante y promotora de la música mexicana compartió con admiradores, colegas y amigos, anécdotas, vivencias y canciones de María Lucila Beltrán Ruiz, mejor conocida como Lola la Grande; en la sesión del ciclo Música popular mexicana, a través de sus grabaciones, misma que fue dirigida por el escritor Pável Granados.

En la sala Murray Schafer de la casa de los sonidos de México, Leal se refirió a la amistad de su madre con José Alfredo Jiménez y Tomás Méndez Sosa, su sentido del humor, su divorcio con el torero Alfredo Leal, su pasó como mecanógrafa en la XEW, su evolución y maduración interpretativa a lo largo de 46 años de carrera, así como su admiración por Lucha Reyes.

El recorrido musical por el legado de una de las artistas más queridas por el público mexicano arrancó con la canción El herradero de Pedro Galindo, en la que “era obvia” la admiración e influencia de la cantante del género ranchero Lucha Reyes en la interpretación de Beltrán, explicó Leal. 

La periodista, que recientemente publicó el libro Lola Beltrán, Lola la Grande, relató a la audiencia que la artista nacida el 7 de marzo de 1932 se puso como objetivo entrar a la XEW para mostrar su manera de cantar. “Luego de dos intentos fallidos, logró ingresar a las instalaciones con ayuda del productor y cantante Emilio Tuero, ya adentro vio a José Aceves Mejía y le dijo que quería cantar. Él la miró y le preguntó que qué sabía hacer, ella le respondió que además de cantar era mecanógrafa coincidiendo en ese momento con que había una vacante y se quedó con el puesto. Tiempo después –dijo– descubrirían su voz”.

En la sesión en la que se escucharon los temas Cuando el destino, Para morir iguales, ambas de José Alfredo Jiménez, Grítenme, piedras del campo, de Cuco Sánchez, Pelea de Gallos de Juan S. Garrido,Bala perdida  y Paloma negra de Tomás Méndez Sosa; Leal detalló que su madre y José Alfredo Jiménez fueron grandes amigos que se hacían bromas. “Sé que se quisieron mucho, fueron compadres y mantuvieron una relación bella. A ella le dolió mucho su partida en 1973”.

En la charla, la hija de la intérprete de Cucurrucucú paloma señaló que Beltrán con el paso de los años modificó su manera de cantar, pues en los años 70 ya fraseaba de distinta manera. “Ya no era solo el chorro de voz, volumen y potencia sino que matizaba más las canciones”. 

En la Fonoteca Nacional del Conaculta se preservan 310 documentos sonoros de la cantante y actriz fallecida el 24 de marzo de 1996 en la Ciudad de México, material que puede ser escuchado y consultado por el público en general.

Imagen:http://bit.ly/10S4cFg

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