Suplemento «Laberinto», que llega al número 500, basa su trabajo en la libertad

  • «Ya no podemos cerrar el suplemento a ninguna propuesta, a ninguna disciplina, a ningún colaborador que valga la pena en nuestras páginas» 

Por Marcos Daniel Aguilar (@alephcircular)

Distrito Federal, 11/01/13, (N22).-  
«Me ha dejado una gran satisfacción estar en un sitio en donde se respeta la libertad para hacer el trabajo. Algo que necesito es la libertad, y en Laberinto siempre la he tenido», así lo dijo José Luis Martínez S., editor del suplemento cultural del diario Milenio, a propósito de la próxima aparición de su número 500.
Martínez S. charló con N22 vía telefónica, y aseguró que en su labor como editor ha sido exigente, pues algunas veces se queda con la insatisfacción al saber que siempre hay más temas por desarrollar y por conocer, pues «cuando terminas de escribir una nota y se publica, te das cuenta de que pudiste haberlo hecho mejor, y lo que hemos hecho siempre es superarnos para la siguiente entrega. Es parte del proceso de auto crítica que tenemos en Laberinto. No somos complacientes, pero sí comprendemos la dificultad de crear y ser creador en un país como México».
Además, dijo que al desarrollar esta labor dentro del campo del periodismo cultural, ha estado satisfecho de su trabajo, aunque tiene la inquietud de continuar revisando el contenido del suplemento con profundidad para corregir constantemente su perfil, ya que no hay nada mejor que aprender de sus propios errores: «Ayer leía algo de David Bowie, en donde él decía que su principal motor para seguir siendo era aprender de sus errores. Comparto esta opinión y de los errores que hemos cometido a lo largo de estos 500 números es donde extraigo las principales enseñanzas y será el principal motor para superarlo en cada una de las ediciones».

Laberinto, en contra del centralismo de la cultura

– ¿Que desearías corregir para este 2013?

– Tenemos que mantener una política de puertas abiertas. Ya no podemos cerrar el suplemento a ninguna propuesta, a ninguna disciplina, a ningún colaborador que valga la pena en nuestras páginas. Debemos echar una mirada cada vez más curiosa, cada vez más amplia, así como lo que sucede en otras partes del país, porque el centralismo es uno de los males que no podemos permitir en esta época de globalización, de las redes sociales, de comunicación constante no solamente en el país, sino en todo el mundo. Tenemos que dejar de creer que lo que se hace en el centro del país es lo único valioso y saber que en otras partes hay propuestas y hay creadores y que será interesante conocer y dar a conocer a la gente.

Un solo suplemento español tiene más páginas que todos los suplementos mexicanos reunidos

– ¿Por qué crees que en los últimos años ha desaparecido la mayoría de los hebdomadarios de carácter cultural?

-La economía ha sido el pretexto para que en este país se cierren muchas secciones culturales, para que reduzcan sus páginas en otras y para que desaparezcan de la escena prácticamente todos los suplementos que se hacían en la Ciudad de México, excepto cuatro, el de la revista Siempre, el de La Jornada, el del periódico Reforma y nosotros.
Claro que hacen falta este tipo de proyectos de periodismo cultural. En un país tan grande como México, en una ciudad tan grande como ésta, te puedo decir que la suma de las páginas de estos cuatro suplementos no alcanza siquiera la cifra de las páginas que tiene el suplemento cultural del ABC, ese suplemento español que tiene 48 páginas. Con todo eso no alcancemos ese número de páginas.

Empresarios y directivos preocupados por la escritura 

José Luis Martínez S., quien es autor del libro La vieja guardia. Protagonistas del periodismo mexicano, dijo mencionó que la clave para que Laberinto de Milenio siga existiendo es que se ha sabido rodear de gente inteligente, de personas que tienen muchos más conocimientos que él, y quienes le han brindado enseñanzas que después, refleja en cada página del semanario. Además de tener el apoyo incondicional y la sensibilidad cultural de quienes dirigen el periódico, «nosotros no podríamos seguir avanzando sin la comprensión absoluta de Carlos Marín, sin el apoyo de gente como Ciro Gómez Leyva o la simpatía del presidente de grupo Milenio. Ellos saben perfectamente que la rentabilidad de un suplemento cultural está en el número y la calidad de los lectores que hay afuera».
Y aclaró que casi ninguna empresa o institución es capaz de apoyar este tipo de empresas, pero que los directivos del periódico siempre han mostrado interés por la cultura.
Martínez S. está convencido de que en México sí existe y se ejerce un verdadero periodismo cultural, especialización que le apasiona, pues cree que en él existe la libertad que no hay en otras fuentes; la oportunidad de experimentar e incursionar en la crónica, en el reportaje, de ahí al ensayo y a la reflexión crítica. El defecto que ve en el periodismo cultural que se hace en México es que los reporteros no siempre tienen el tiempo necesario para trabajar sus textos, pues aquí «predomina lo instantáneo.
«Yo creo en el periodismo cultural de la prensa escrita, para mí la base de todo sigue siendo la escritura, sin ésta no hay nada, no hay coherencia en lo que se dice, no hay historias qué contar, no hay revelaciones qué hacer. La base del periodismo es la escritura, y lamentablemente, en muchos casos, se está descuidando».

«No nos desligamos de la realidad política»

-¿Qué importancia le has brindado a la crítica?

-Nosotros tenemos muy marcado el espacio que le damos a la crítica, sobre todo con nuestros columnistas. Ellos tienen siempre una mirada sobre lo que sucede en el medio cultural. No tomando sólo a aquel columnista que se refugia en su esfera de cristal, sino el que tiene que ver con la sociedad y con la vida más amplia.
Entonces tenemos gente muy crítica como Heriberto Yépez, Avelina Lésper en el arte, gente como Armando González Torres, quien siempre resulta revelador en sus descubrimientos hemerográficos y por su visión de la política cultural y su visión social. También tomamos la mirada de un tema en particular a través de encuestas, es decir, tomamos opiniones de un número representativo de la comunidad cultural, sobre, por ejemplo, la política cultural de Felipe Calderón, o la actual de Enrique Peña Nieto. No nos desligamos en ningún momento de la realidad política, pues en muchos casos está presente el quehacer cultural en este país.

Laberinto, suplemento cultural de Milenio Diario, nació un 22 de junio del año 2003. Su editor, José Luis Martínez S. ha seguido desde su inicio una máxima de Joseph Conrad, «poner atención a las pequeñas cosas, y hemos hecho lo mismo, buscamos tener una conversación con los lectores para que tal vez puedan interesarles lo mismo que a nosotros», concluyó el editor.

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