INAH adquiere equipo para proteger la salud de los restauradores

Distrito Federal, 18/12/12 (N22).-
Nuevos equipos
que agilizarán y facilitarán los tratamientos de los bienes culturales que son atendidos
por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fueron puestos en
operación en los talleres de restauración ubicados en Churubusco, mismos que
reducirán los riesgos para la salud de los especialistas al momento de trabajar
con productos tóxicos.
Se trata de un
aparato para fumigación y cuatro extractores de gases, así como de un equipo
portátil de rayos X, cinco microscopios y un sistema de almacenaje de alta
densidad, infraestructura con la que se dota a la Coordinación Nacional de
Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), tras su creación en 1966.
La adquisición de
equipo y redistribución de todos los espacios representó una inversión de cinco
millones 800 mil pesos, que se traduce en el mejor desarrollo de las labores de
esta área del INAH encargada de la atención del patrimonio cultural del país
que se resguarda en museos y en las propias comunidades.
Anualmente, la CNCPC restaura alrededor de
cinco mil 500 piezas de carácter histórico y arqueológico, de las cuales 25 por
ciento se atendieron directamente en estos talleres de la Ciudad de México;  el resto son intervenidas por expertos de la
escuela de restauración del Instituto, los museos y las delegaciones del INAH
en cada estado, cuyos proyectos y tratamientos son validados y supervisados por
dicha coordinación nacional.
Entre los nuevos
equipos destaca un aparato de fumigación de
objetos, que realiza esta tarea sin intervención del experto, al introducirlo
en una cámara, impidiendo con ello la exposición del personal a los gases
tóxicos que se usan para este tratamiento.
Asimismo, los talleres fueron dotados de un sistema de extracción
de aire, y se adquirieron cuatro equipos portátiles que se utilizan para
absorber los gases emanados por los diversos solventes que los restauradores utilizan.
Otro
nuevo equipo portátil adquirido es el de rayos X, que comúnmente es usado para
poder ver a detalle, por ejemplo, las diversas capas de pigmentación de las
pinturas de caballete, así como para observar fracturas en esculturas de
madera. Además, se adquirieron microscopios que fueron incorporados a los
laboratorios de química, biología y materiales arqueológicos que tiene la CNCPC.
Asimismo,
se dotó de un moderno sistema de almacenaje de alta densidad en los talleres de
papel, escultura, textiles y pinturas de caballete, así como en la biblioteca,
fototeca y área de archivo.
Dicha infraestructura
permite una mejor maniobra, clasificación, uso del espacio y calidad de
resguardo tanto de las piezas que son atendidas, como de documentos que se
archivan, material fotográfico (cuya colección se integra por 250 mil imágenes
analógicas y 312 mil digitales) y los 16 mil libros que integran el acervo de
la biblioteca.
En
lo que toca a la reestructuración de los espacios de la CNCPC, la labor implicó el
cambio de techumbres, de los sistemas eléctrico y de extracción de aire,
cancelería, ventanas y pisos; se resanaron y pintaron paredes y techos,
incluido el nuevo equipo para varias de las áreas.
La Coordinación Nacional
de Conservación del Patrimonio Cultural tiene su antecedente en el Centro de
Estudios para la
Conservación de Bienes Culturales de México, inaugurado en
1966, creado a iniciativa del químico y conservador Paul Coremans, y el
restaurador Manuel Castillo Negrete, con la finalidad de impulsar la
investigación científica en materia de conservación, así como formar personal
técnico para esta labor.
Posteriormente,
el Centro se convirtió en el Departamento de Restauración del Patrimonio
Cultural, separándose administrativamente de la Escuela de Restauración y
Museografía; en 1993 se le otorgó el nivel de Coordinación Nacional por
considerarla un área sustantiva del INAH.
En
2000, se le dio el nombre de Coordinación Nacional de Conservación del
Patrimonio Cultural, siendo la instancia responsable de conservar, investigar y
proteger los bienes muebles e inmuebles arqueológicos, históricos y
paleontológicos.
Actualmente,
el área tiene seis talleres de restauración (pintura de caballete, escultura,
documentos gráficos, textiles, materiales arqueológicos, y materiales
etnográficos y húmedos); cinco laboratorios (de química (2), biología (2) y
materiales arqueológicos); una biblioteca, una fototeca y un archivo.

Los
servicios que presta la CNCPC
se dividen en diversas áreas de atención: Gabinete Arqueológico; Investigación
Histórica y Antropológica; Acabados Arquitectónicos y Pintura Mural Virreinal;
Conservación Social (que trabaja con diversos sectores de la población);
Atención Técnica a Grupos Sociales (enfocado a la asesoría y labor con las
comunidades) y Difusión.

12MAG

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