CIUDAD DE MÉXICO, México, 20/11/12, (N22/Boletín).- El Instituto Politécnico Nacional (IPN) debe figurar entre las 100 primeras instituciones de educación superior a nivel mundial, afirmó Octavio Paredes López, científico del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) de esta casa de estudios y aspirante a dirigir el Politécnico para el trienio 2012-2015.
Para ello, señala el ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, el IPN “debe recuperar su papel como institución rectora de la educación tecnológica, que perdió en las pasadas administraciones panistas, por lo que debe definir un nuevo rumbo acorde con los cambios del país y del mundo en este siglo XXI”.
Paredes López, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1991 y Premio de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo en 1986 (TWAS, por sus siglas en inglés), expresó la necesidad de analizar lo logrado hasta ahora por el IPN y reflexionar sobre el papel que debe jugar esta institución para coadyuvar al desarrollo nacional.
El científico politécnico señaló que se han descuidado algunos de los grupos de científicos y tecnólogos de la institución; hay pocos investigadores del más alto nivel dentro del Sistema Nacional de Investigadores, así como sólo ocho posgrados de competencia internacional de entre 130 programas de especialización, maestría y doctorado.
Paredes López, integrante de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mencionó la importancia de que la decisión del próximo director o directora del IPN se tome en un debate abierto ante la comunidad politécnica y mencionó su interés por participar en una reflexión, junto con el equipo de transición del Presidente electo, Enrique Peña Nieto, para determinar el rumbo y la modernización de la institución en los próximos tres años.
El Investigador Emérito del Cinvestav y del Sistema Nacional de Investigadores recordó que el IPN nació en un momento clave de la historia del México postrevolucionario como un gran proyecto político-educativo con un sentido social bien definido: apoyar la industrialización, brindar oportunidades reales de educación a sectores sociales tradicionalmente marginados, y reafirmar la independencia nacional a partir de la formación de técnicos y de profesionales.
Ahora, afirma Paredes López, su aportación al desarrollo nacional incluye aspectos nuevos o que se han modificado: la creciente importancia de la investigación, desarrollo de procesos, transferencia tecnológica, innovación y vinculación. “El IPN tiene así una bien definida filiación histórica desde 1936 y es la institución educativa, laica y gratuita del Estado, rectora de la educación tecnológica pública en México, creada para contribuir al desarrollo económico, social y político de la nación”.
Entre las principales propuestas de Paredes López para el IPN se encuentran
el darle prioridad a los objetivos de calidad, integralidad, equidad y pertenencia de todos sus programas y actividades, además de entablar convenios de colaboración dinámica y eficiente con las mejores universidades y centros científico-tecnológicos del mundo.
Asimismo, propone movilizar permanentemente a sus profesores y estudiantes en las universidades élites en el mundo, y establecer una colaboración académica y científica más intensa y un mayor compromiso entre las dependencias del IPN y el propio Cinvestav-IPN, para fortalecer con mayor contundencia la educación, ciencia, tecnología e innovación de ambos organismos politécnicos.
Paredes López ha formado grupos regionales para el desarrollo científico y tecnológico del país; fue cofundador, director de la Unidad Irapuato del Cinvestav-IPN y es autor de 334 artículos científicos y técnicos, 49 capítulos en libros y revisiones, tres libros internacionales y decenas de artículos periodísticos. Ha dirigido 36 tesis de licenciatura, 45 de maestría y 36 de doctorado, y es miembro honorario de la World Innovation Foundation, con sede en Suiza.
Para el científico politécnico la vinculación con el sector productivo es otro de los factores de atención prioritaria: “Su extrema importancia es indudable y es parte de los principios que le dieron origen al politécnico, pero que actualmente debe orientarse hacia nuevos enfoques por la creciente importancia de la investigación, el desarrollo de procesos, la transferencia tecnológica, la innovación y la vinculación, con todos los sectores productivos”.
Finalmente, destacó la urgencia de intensificar la presencia del IPN en las diversas regiones del país, pero igualmente es impostergable fortalecer a los grupos existentes y a los de reciente creación. Adicionalmente, propuso la fundación de una unidad del IPN en Estados Unidos y el incremento de las actividades culturales, deportivas y el aprendizaje de idiomas como parte fundamental de la formación integral de los estudiantes.
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