Distrito Federal, 25/09/12 (N22).- Existen regiones en el estado de Chiapas donde se pueden encontrar restos de una gran diversidad de especies, que por sus características de preservación, pueden considerarse entre las mejores del mundo, afirmó Francisco Vega, investigador del Instituto de Geología (IGL) de la UNAM.
Dentro de la República Mexicana, recalcó, la entidad es una de las más ricas en restos paleontológicos por su historia geológica, refirió.
Los más antiguos, agregó, provienen del Paleozoico (Pérmico), es decir, de hace aproximadamente 250 millones de años. Se trata de rocas que indican un ambiente marino.
La evolución de este territorio continuó y las rocas que siguen en antigüedad corresponden al Triásico, base del Mesozoico, hace unos 200 millones de años, aunque en este periodo no hay mucha diversidad de restos, apuntó.
Del Jurásico se han encontrado algunos invertebrados y, para el Cretácico existe una mayor variedad. De hecho, Tuxtla Gutiérrez está construida sobre rocas del Cretácico Superior, de unos 70 millones de años, mencionó el biólogo.
Uno de los fósiles de crustáceos estudiado fue encontrado al edificar los cimientos de una casa en Tuxtla.
Trabajo en Chiapas
Vega consideró positivo que los habitantes de Chiapas que encuentran fósiles se aproximen a la gente del Museo de Paleontología Eliseo Palacios Aguilera, y éstos, a su vez, contacten a especialistas del IGL, donde trabaja la mayor parte de paleontólogos del país.
Hace 10 años, los colegas de Chiapas encontraron una nueva localidad que llamaronEl Chango, ubicada al sureste de Tuxtla Gutiérrez. Ahí se han hallado lajas que contienen diversos organismos como hojas y frutos de las angiospermas más antiguas en México, así como ammonites, peces y crustáceos, citó.
Este último es el grupo que estudió, y está representado por camarones que aparentemente pertenecen a una familia completamente nueva, que data de unos 80 millones de años, destacó.
Lo que llama la atención de los fósiles encontrados es su grado de conservación; hay camarones que tienen preservados los ojos, antenas y cámaras branquiales, entre otras partes no calcificadas.
Se piensa que esto se debe a que en la zona hubo un ambiente donde el nivel de oxígeno era bajo, en consecuencia, se mantuvieron detalles morfológicos de los ejemplares.
Este tipo de crustáceos no tiene un amplio registro fósil, ni se conoce mucho de su evolución, pero con lo poco que se ha avanzado en la investigación se ha visto que no presentan características de un grupo actual, y al parecer pertenecen a una familia ya extinta.
Las plantas y animales que se conservan en El Chango, sugieren que era una zona de mares tropicales. “Existe una mezcla de organismos continentales y marinos, lo que refleja que esta localidad tuvo aporte de ríos e influencia marina”.
Con el empleo de escáner, actualmente trabajamos con manipulación de imágenes, a fin de obtenerlas tridimensionales, lo que nos permite apreciar con mayor claridad detalles morfológicos finos de los fósiles, concluyó.
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