Se presentó el libro Jaime Nunó, más allá del Himno Nacional, el cual compendia quince obras que se creían inexistentes del compositor de origen español, autor del Himno Nacional Mexicano, en una investigación hecha por Cristian Cantón, con el apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
A esta publicación se le sumará, en unos meses, la presentación del disco con las obras completas de Jaime Nunó, cuya grabación está en curso en colaboración del grupo Solistas Ensamble del INBA, bajo la dirección de Xavier Ribes.
Jaime Nunó, más allá de Himno Nacional es una selección de obras del compositor, obras que se pensaban perdidas, y que en el curso de la investigación salen a la luz: “Durante la investigación me encontré con los nietos del compositor, quienes conservaron una caja con objetos de Nunó, donde, entre otras cosas, se encontraron una serie de partituras, de lo poco que se ha conservado”, señaló en entrevista el musicólogo.
“A partir de este descubrimiento tenemos una visión más amplia del arte de Nunó, que conforma un legado musical muy importante para México. Este conjunto es la herramienta para que diversos musicólogos estudien sobre la obra del compositor y haya estudios más profundos sobre su genio, que en México que es poco conocido, y no se le ha hecho justicia”, consideró.
El libro está dividido en cinco apartados: Obras para piano, Obras seculares para canto y piano, Obras seculares para coro y Obras sacras para coro; a través de 115 páginas se han registrado las quince piezas, entre ellas el Himno Nacional, las cuales da muestra de su talento: “Era un hombre de oficio, tenía gran versatilidad, es muy buen artesano en su campo”.
Cantón explicó que, de entre las piezas que integran el libro, son tres las compuestas antes del Himno Nacional, y las de más son posteriores: “La mayoría están escritas en un estilo italianizado, debido a que él se acerca mucho a la ópera italiana, era gran conocedor de esta obra, y en algunas piezas como El ave maría se ve un tinte de esta atmósfera italiana, que también vemos en el Himno Nacional Mexicano”.
“Hay una obra que Nunó escribió a los catorce años, en la que hay dos compases que recuerdan al Himno; es decir que treinta años antes ya utiliza algo sobre ello. El musicólogo apuntó que El Himno Nacional es una marcha militar, lo cual no es extraño debido a que su autor fue director de diversas bandas de guerra a lo largo de su vida, y escribió para esta formación a lo largo de su carrera”.
Señaló que debido a que no se han conservado muchas obras del compositor, ya que perecen durante la Guerra Civil Española, se puede “hacer una idea muy fragmentaria de su arte; sin embargo, los críticos de la época lo consideraron una combinación de la floridez italiana, la grandiosidad alemana y el vigor americanos.
El musicólogo aseveró que entre los objetos encontrados en la caja que la familia del compositor guardó, se encuentran diversas cartas escritas por Porfirio Díaz y Santa Ana, la batuta con la que dirigió por primera vez el Himno Nacional en 1854, y la pluma con la que escribió el Himno, entre otros objetos.
Jaime Nunó nació en Cataluña, España, donde desarrolló su talento, hasta que viaja becado a Italia, donde profundiza su conocimiento en música. Posteriormente, como director de la Banda del Regimiento de la Reina, viajó a Cuba en donde conoce a el entonces presidente de México, Antonio López de Sana Ana, quien lo invita al país. Nunó sale del país tras la caída de Santa Ana, y se mantiene viajando por América hasta que se establece en Estados Unidos, donde muere.
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