INAH halla objetos líticos en Coahuila

Distrito Federal, 09/08/12 (N22).- Más de mil objetos líticos, que incluyen desde afloramientos rocosos de pedernal hasta artefactos como puntas de proyectil y navajas, fueron encontrados en la localidad de Agua Nueva, en Saltillo, Coahuila, por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), quienes consideran que por la variedad de materiales el área pudo ser un taller o campamento de grupos de cazadores-recolectores para la producción de herramientas rudimentarias.

A partir de sus formas, el conjunto de objetos corresponden al periodo que los expertos denominan como “distintivo de la cultura del desierto”, que abarca de 2275 a.C. a 1200 d.C. Las piezas también tienen semejanzas con objetos de lítica localizados en la Cueva del Jodita, en el municipio de Cuatro Ciénegas, cuya antigüedad corresponden a poco más de mil años.

“El hallazgo en Agua Nueva ofrece información sobre los procesos de producción de artefactos líticos a partir de la diversidad de materiales, ya que se descubrieron afloramientos rocosos de pedernal de donde antiguos grupos obtenían la materia prima para hacer herramientas, así como núcleos, lascas, preformas y artefactos terminados, como puntas de proyectil, raspadores, gubias o cinceles, punzones y navajas”, informó el arqueólogo Yuri de la Rosa Gutiérrez, del Centro INAH-Coahuila.

En lugares cercanos al sitio donde fueron encontradas las piezas, dijo, se ubican arroyos temporales, sierras y lomeríos con concentraciones de peyote, “lo cual es muy significativo, ya que dicha planta era utilizada por los grupos de cazadores-recolectores para entrar en trance durante ceremonias y rituales.

“El hallazgo de las concentraciones líticas complementan la hipótesis de que el lugar pudo ser un campamento de producción de herramientas líticas, si se considera que además tendrían a la mano materias primas para sus ritos”, destacó el arqueólogo.

De acuerdo con Yuri de la Rosa, el proceso de producción de artefactos líticos consistía en “obtener un nódulo de pedernal en bruto para golpearlo con un percutor a fin de fracturarlo, posteriormente, de los fragmentos obtenidos se seleccionaban los mejores para trabajarlos con percusión o ‘lasquedo’ (descortezamiento en pequeños y delgados trozos de piedra), y finalmente se les daba forma con otros objetos (principalmente huesos de animales, como cornamentas de venado) para obtener así las herramientas finales.

Los objetos actualmente están bajo análisis en el Centro INAH-Coahuila, donde se hace el registro minucioso de cada elemento encontrado —a través de fotografías y dibujos— y se toma la dimensión y peso de cada uno.

“Los estudios y registros realizados darán una idea más clara sobre las características de los lugares seleccionados por cazadores-recolectores para trabajar el pedernal, así como sobre el proceso de producción de herramientas en piedra”, refirió De la Rosa Gutiérrez.

El arqueólogo indicó que el desierto de Coahuila fue ocupado por grupos de cazadores-recolectores, y en algunas regiones por pescadores, durante el periodo que va de 7350 a.C a 1600 d.C. aproximadamente, donde vivieron de los recursos que el desierto les brindaba, desarrollando lo que otros especialistas, como la arqueóloga Leticia González, del Centro INAH en esa entidad, ha denominado como “la cultura del desierto”.

Los hallazgos de los materiales líticos se registraron en el Ejido de Agua Nueva, en el municipio de Saltillo, Coahuila, en trabajos que realiza la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para hacer una vía de transmisión.

Ante las diversas labores de infraestructura que se llevan a cabo en esa región dado su crecimiento urbano, especialistas del INAH a través del Proyecto de Salvamento Arqueológico Línea de Transmisión Agua Nueva-Concepción del Oro (esta última localidad en la frontera con Zacatecas), se dieron a la tarea de supervisar los trabajos de la CFE en marzo de este año, y realizaron recorridos de superficie a lo largo de todo lo que será la obra de electrificación, que dieron como resultado el descubrimiento de los objetos.

El área del hallazgo, de alrededor de cuatro mil metros cuadrados, no se verá afectada por las obras de electricidad, ya que el eje de construcción pasa a un lado, mas no por encima de él, por lo que se podrá conservar integra.

Imagen: INAH

12MAG

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