Escritores y periodistas publican libro de crónicas sobre la migración a los EU

DISTRITO FEDERAL, México, 01/06/12, (N22/Redacción).- 
Sam no es mi tío, con esta sentencia diversos escritores latinos reunieron esfuerzos para crear una publicación con 24 crónicas, que hablan sobre la experiencia migratoria en Estados Unidos.
Jorge Volpi propone una crónica sobre la frontera que está llena de
fuerza y es brutal; Elloy Urroz apuesta por una mezcla de ensayo y
relato; Ilan Stavans hace un texto académico sobre el ciempiés; Wilbert Torre encara lo político y lo social
revisitando a un tipo del que ya había escrito, Guillermo Osorno plantea
como si fuera hoy un partido de futbol de 1997; Yuri Herrera hace un
repaso por la gastronomía mexico-americana; y Diego Osorno se va a
Manhatann a perseguir las huellas de Carlos Slim.
En esa propuesta editorial coordinada por Diego Fonseca y Aileen El-Kadi
también participan escritores de Argentina, Brasil, Colombia, Perú,
Guatemala, Chile y Bolivia, entre los que destacan Santiago Roncagliolo,
Edmundo Paz Soldán, Daniel Alarcón, Jon Lee Anderson, Eduardo Halfon,
Hernán Iglesias Illa, Joao Paulo Cuenca, André de Leones y Claudia
Piñeiro.
“El gran mérito de la edición es haber desafiado la idea de que íbamos a
hacer un libro previsible en el sentido de que nos íbamos a poner la
camiseta ideológica y salir a repartir palos. No. Partimos del intento
de hacer un gran fracaso y ese gran fracaso es intentando dar una
explicación completa, una explicación a la relación entre los latinos y
Estados Unidos”, dijo Diego Fonseca.
El escritor y periodista,  dijo en entrevista que es
muy complejo y casi imposible explicar cualquier nación, incluso México
que es tan diverso; sin embargo, es más complejo tratar de explicar a
EU, país donde el proceso de migración no ha terminado y sigue
recibiendo gente, un país que aún está por hacerse.
“El gran éxito del libro es tratar de mostrar el mapa caleidoscópico de
Estados Unidos y de los latinos en su relación con este país, de la
relación de los gringos con los latinos y de los latinos entre sí;
tratando de explicarnos eso que no existe que es la latinidad. Coincido
con Volpi, quien dice que no existe la latinidad, que tenemos una
especie de acuerdo de que somos latinos por algo, pero no somos un grupo
social que tenga cierta homogeneidad ni racial ni cultural”, aseveró.
Diego Fonseca cuenta que uno de los primeros puntos clave era que México
era la primera minoría de Sams, por eso hay muchos escritores mexicanos
más que de cualquier otra nacionalidad; otro de los puntos es su
sentido crítico.
“El primer punto que nos sacamos de la cabeza es que íbamos a hablar del
imperio y del imperialismo, todos sabemos de la fuerza imperial que
tiene EU sobre América Latino; el criterio básico es exponer una
historia y dejar que el lector buceé dentro y construya su propia
lectura crítica.
Quisimos separarnos de la lectura ideológica perse y
tratar de que la crítica social, si tiene que existir como tal, fluya a
partir de construir la historia”, comentó.
A partir de esa certeza se concentraron en contar historias cotidianas y
mostrar a la gente en Tepito o en Manhattan; crónicas con perfectos
mecanismos técnicos y piezas narrativas para contar los grandes
conflictos y crisis universales. “En el día a día tienes amor, odio,
soberbia, pereza, avaricia, ambiciones, derrotas, victorias, y una
historia bien contada sobre una persona es una historia bien contada que
incluye muchas otras historias que no están contadas allí”.
Lo rico del libro es que pudo constatar que la crónica latinoamericana
aún tiene que incorporar la lectura académica, el análisis más profundo,
incluso científico, a la construcción de la crónica.
Foto: http://bit.ly/MftZ31
12AM/MAG

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