- Los cerca de 10 mil ejemplares de la colección personal del notable historiador fueron puestos a disposición del público por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia
Distrito Federal, 30/05/12 (N22).- Tan vasta como lo fue la cultura de Luis González Obregón (1865-1938), la biblioteca personal de este historiador mexicano que comprende aproximadamente 10 mil volúmenes, principalmente de los siglos XVII al XIX, y entre los que destacan rarezas como un Quijote que perteneció a Miguel Hidalgo y Costilla, ya está disponible para su consulta en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH).
Lo anterior es posible luego de cinco años de una ardua tarea de clasificación y restauración, a cargo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).
De esta manera, los libros que alguna vez estuvieron acomodados en amplios estantes de la casa de González Obregón, en la calle de la Encarnación, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y que hoy lleva su nombre (el historiador recibió esa distinción en vida), ahora están al alcance en modernos anaqueles ubicados en el sótano de la BNAH.
El traslado de cada uno de los 10 mil ejemplares de la biblioteca del notable historiador a la nueva estantería movible, conllevó más de un lustro de labores de clasificación y restauración; a 50 por ciento de ellos se les realizó algún trabajo para su conservación óptima, desde hacerles una nueva encuadernación, hasta reforzar algunas páginas.
El Fondo “Luis González Obregón” es uno de los más importantes bajo resguardo de la BNAH, que se localiza en el Museo Nacional de Antropología. Esta colección fue adquirida por la institución al comprar el acervo del bibliófilo Luis Álvarez y Álvarez, quien en 1937 (un año antes de la muerte de González Obregón), se convirtió en dueño de la gran biblioteca formada por el erudito guanajuatense.
La investigadora Denise Hellion, quien este jueves 31 de mayo participará en una mesa redonda dedicado a Luis González Obregón, detalló que el conjunto documental que se integra al catálogo de la BNAH, incluye más de 10 mil libros, 800 folletos, 256 misceláneas y publicaciones periódicas, “los cuales pueden considerarse adquisiciones recientes que están en busca de lectores”.
El corpus bibliográfico en sí, señaló la historiadora, revela la amplia cultura de González Obregón, aunque pueden distinguirse tres de sus grandes intereses: la jurisprudencia, por la influencia de su padre abogado; la literatura, por su interés en comunicación correcta y el placer de la lectura —especialmente de Joaquín Fernández de Lizardi—; y la historia, por sus maestros, entre ellos, Ignacio Manuel Altamirano.
La profunda amistad que mantuvo el historiador con otros intelectuales, queda demostrada en amplias dedicatorias que se conservan en más de 500 libros. El propio Altamirano, Guillermo Prieto, Agustín Rivera, así como Arturo Arnaiz y Freg, fueron algunos de los muchos que obsequiaron libros de su autoría a Luis González Obregón. De los libros escritos por él, destacan México viejo (entregas sobre historia colonial) y Don Guillén de Lampart: la Inquisición y la independencia en el siglo XVII.
“El historiador acudía casi a diario a las alacenas de libros usados para examinarlos con atención y decidir su compra. Pero también contaba con catálogos de libreros, además de conocer el oficio de la impresión y la encuadernación, por lo que su valoración se facilitaba. También resguardó ejemplares versados sobre la libertad de imprenta en nuestro país.
“Algunos libros son valorados por sus antiguos propietarios, es el caso del primer volumen del Quijote, editado en Madrid, en 1765, por Manuel Martín. En dicho ejemplar se conservan dos firmas de Miguel Hidalgo, se trata de una edición acompañada con grabados”, refirió la historiadora Denise Hellion.
En ocasiones, González Obregón reunía en un volumen folletos de la misma temática, compendios que son mejor conocidos como miscelánea. Su dimensión varía entre cuatro y hasta 38 títulos por volumen, reunidos por temas que permiten acercarse a las transformaciones historiográficas registradas entre 1629 y 1937.
Otros ejemplares que conforman la colección del bibliófilo, son ediciones manuscritas, como la historia titulada Tlatelolco gentil 1321-1521 y Tlatelolco cristiano 1521-1821, este último también con profusas ilustraciones originales.
A partir de 2006, un equipo de bibliotecarios fue contratado para hacer la clasificación de los aproximadamente 10 mil volúmenes, de manera que se agruparon por tipos, se verificaron las bases de datos, asignaron clasificaciones, marcaron los ejemplares y fueron dispuestos en estantería corrediza.
Actualmente, las especialistas Brenda Valdez Jiménez y Rocío González Sánchez continúan la clasificación de ejemplares del Fondo Reservado, en el cual, en ocasiones, detectan algunos que pertenecieron a la biblioteca de González Obregón.
Es así —concluyó Denise Hellion— como ahora se puede consultar este vasto y variado fondo, y dar continuación “a la costumbre establecida por Luis González Obregón de mantener su biblioteca abierta a quien requiriese información”.
La Biblioteca Nacional de Antropología e Historia se ubica en la planta alta del Museo Nacional de Antropología. Reforma y Gandhi s/n, Chapultepec. Horario: 9:00 a 21:00 horas, de lunes a viernes. Teléfono: 5553-6342. En este recinto se efectuará la Mesa redonda Luis González Obregón: cronista, erudito, bibliófilo; jueves 31 de mayo, a las 19:00 horas, con la participación de los especialistas Ángeles González Gamio, Cecilia Colón y Denise Hellion.
Imagen: http://bit.ly/JRjJIZ
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