Abren posgrado para estudiar los «transtornos del sueño»

DISTRITO FEDERAL, México,  30/04/12, (N22/UNAM).- En México, los trastornos del sueño
son un problema de salud pública. Una de cada tres personas
los presenta y pueden provocar diversos padecimientos crónicos
como insomnio, apnea, somnolencia diurna y sonambulismo, entre otros,
que repercuten en la calidad de vida, salud, relaciones, rendimiento
laboral y aumentan el riesgo de accidentes.
En este contexto, la Universidad Nacional,
a través de la Facultad de Psicología (FP), ofrece el
plan de estudios de posgrado en Trastornos del Dormir, el primero
en su tipo en Latinoamérica, con el propósito central
de formar recursos humanos altamente especializados.
Está dirigida a psicólogos
y profesionales de la salud como médicos, psiquiatras, neumólogos,
cardiólogos, geriatras y expertos en áreas afines, e
integra conocimientos teóricos fundamentales sobre los mecanismos
neurobiológicos y fisiológicos del dormir.
Además, enfatiza en la importancia
de la práctica del saber adquirido mediante el entrenamiento
clínico para el diagnóstico, tratamiento e investigación
de afecciones relacionadas, con residencias en las clínicas
respectivas de la UNAM y de los institutos del sector salud nacional,
con atención a las recomendaciones de organismos internacionales
que regulan el ejercicio profesional.
Al respecto, María Corsi Cabrera,
responsable del Laboratorio de Sueño de la FP, una de las sedes
del programa, subrayó que por las cifras de la población
que presenta estos padecimientos, México requiere un gran número
de profesionales.
Dormir es una función esencial del
organismo y un proceso complejo, que ocupa un tercio de la vida de
las personas. Impacta desde el nivel molecular, hasta la conducta,
por lo que hacerlo bien es fundamental para la salud, explicó.
Su falta repercute en el rendimiento laboral,
el estado de ánimo y las relaciones personales. La privación
de la fase MOR (Movimiento Ocular Rápido) afecta las reacciones
emocionales y las funciones ejecutivas del cerebro, ejemplificó.
Además, estos trastornos tienen un
impacto negativo sobre el peso corporal, la tolerancia a la insulina,
y los sistemas cardiovascular y respiratorio, entre otros. Por ello,
es tan importante como beber o comer, enfatizó.
La académica subrayó que en
la actualidad existe una tendencia a reducir las horas de descanso
por razones laborales o de diversión, lo que redunda en una
deuda de sueño. Por ello, los fines de semana los
individuos duermen, en promedio, entre una hora y media y dos más
de lo habitual.
“Aún con esta compensación,
todo el tiempo que se restringió tiene efectos negativos en
la salud y bienestar, como somnolencia, pérdida de la atención,
disminución de procesos cognitivos y alteración de procesos
emocionales”.

Antecedentes
La investigación en este campo tiene
una tradición de varias décadas en la FP. Desde su fundación,
al separarse el Colegio de Psicología de la Facultad de Filosofía
y Letras, en 1973, destacan los trabajos de los precursores de la
neurofisiología en México, como Raúl Hernández
Peón, José María Calvo y Augusto Fernández
Guardiola.
A partir del primer plan de estudios de la
licenciatura se incluyó una materia relacionada con esta función,
desde sus mecanismos, hasta sus desórdenes, recordó
Corsi Cabrera.
Como antecedentes de la maestría,
en la instancia universitaria existen tres laboratorios de investigación.
El de Trastornos del Dormir, dirigido por Matilde Valencia Flores,
que diagnostica, evalúa, interviene e investiga estos padecimientos,
con énfasis en la somnolencia diurna, apnea y enfermedades
autoinmunes, y sus efectos sobre la conducta y calidad de vida.
El de Neurociencias, a cargo de Fructuoso
Ayala Guerrero, estudia el efecto de la epilepsia, dolor crónico,
síndrome de abstinencia a drogas, privación del sueño
y trastornos del espectro autista.
Finalmente, el Laboratorio de Sueño
indaga sobre la organización funcional cerebral durante el
dormir, además de las consecuencias que tiene la falta de esta
función sobre el comportamiento y las funciones cognitivas
y emocionales, mediante el uso de técnicas de registro de la
actividad eléctrica cerebral y de resonancia magnética
funcional.
Foto: http://bit.ly/IAvJkF
12MAG 

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