Vida urbana en Comala tiene dos mil 200 años de antigüedad

DISTRITO FEDERAL, México, (N22).-  

Exploraciones recientes en el sitio
arqueológico Comala, ubicado en esta misma localidad colimense, han permitido
vislumbrar que en época prehispánica, el carácter urbano en esta zona del
Occidente de México debió surgir hace dos mil 200 años, aproximadamente, y no
hace un milenio, como dejaban entrever investigaciones anteriores en el valle
de Colima.

Las
características de los vestigios arquitectónicos de Comala, informó la doctora
María de los Ángeles Olay, señalan su pertenencia a la llamada Tradición
Teuchitlán, localizada principalmente hacia el noroeste de Jalisco, en las
inmediaciones del volcán de Tequila, y que se distingue por asentamientos de
plataformas y patios circulares.

“Las dimensiones de
los círculos (plazas) de Comala, lo definen como un sitio monumental y por
tanto, relevante en el desarrollo de la región, pues su acondicionamiento se
remonta a 200 años antes de Cristo, mientras que en los primeros cinco siglos
de nuestra era, experimentó su auge y su caída, siendo contemporánea con
Teotihuacan, la gran urbe del Altiplano Central. De ahí que es una zona
arqueológica temprana para el área de Occidente, y en específico para Colima”,
destaco la especialista responsable de este proyecto arqueológico.
Al
pie del volcán de Fuego, y delimitado por el cauce de los ríos San Juan y
Suchitlán, el sitio arqueológico Comala fue explorado en los años 80 por el
equipo del proyecto Atlas Arqueológico Nacional, y de manera sistemática a
partir de 2006, por parte de investigadores del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH-Conaculta) en Colima.

Las prospecciones han
permitido determinar la existencia de tres plazas circulares de carácter
ceremonial, la mayor con 200 m de diámetro, y constituida por 16 estructuras
alrededor de la gran banqueta que rodea al círculo. Las otras dos plazas
oscilan en los 120 m y 80 m de diámetro, respectivamente.  
María
de los Ángeles Olay  dijo que anterior a
los trabajos de exploración en Comala, no se había encontrado en otros
asentamientos prehispánicos de Colima, uno que pudiera ser considerado como un
centro rector hacia 200-300 d.C., es decir, entre los llamados periodos
Formativo Terminal y Clásico Temprano.
            
“La
creencia de que durante esta etapa en Colima sólo hubo sociedades agrícolas
organizadas en aldeas dispersas, se basó en el hecho de que la arqueología
únicamente había registrado entierros en el interior de tumbas de tiro y
atierros (ahuecamientos en el tepetate). Todavía hace unos años se enfatizaba
en la imposibilidad de localizar contextos domésticos de los años 200-300
después de Cristo”, comentó la arqueóloga.
La
anterior suposición fue desechada cuando el crecimiento demográfico de la zona
conurbada Colima-Villa de Álvarez, permitió hacer salvamentos arqueológicos en
las áreas planas del valle de Colima  —ubicadas
en la margen izquierda del río Armería—, y localizar restos de unidades
habitacionales, cuyos materiales constructivos pertenecen a esas etapas
tempanas.
En
el caso de Comala, la evidencia arqueológica indica que fue un centro
ceremonial, en el que las comunidades agrícolas de los alrededores se
concentraban para efectuar rituales, en los que legitimaban a los linajes
dominantes por medio de ceremonias dedicadas a los ancestros. Así lo hace
suponer la presencia de al menos dos tumbas de tiro en el sitio, con una
antigüedad que fluctúa entre los mil 500 y dos mil años.
“Los
restos de un antiguo saqueo dejaron a la vista una tumba de tiro de tres
cámaras que fueron excavadas en tepetate, las cuales probablemente contenían
ofrendas destinadas a personajes de alta jerarquía”.

Asimismo —abundó—,
“nosotros también tuvimos la oportunidad de documentar otra tumba de tiro con
dos cámaras, y un pasillo con escalinata que conecta a ambas. Todo indica que
fue hecha entre 200 y 300 d.C., utilizando herramientas de piedra, y que fue
profanada en tiempos prehispánicos; sólo recuperamos algunas piezas, como la
figura de un acróbata, representativo del Occidente”.

De acuerdo con la doctora Olay, todos los
vestigios descritos y recuperados en Comala, corresponde al patrón de
asentamiento que caracteriza el área centro-norte de Jalisco.

Después de conocer la
arquitectura del sitio prehispánico, su estado de conservación y la profundidad
de suelo a la que están las plazas, se estableció una estrategia de liberación
de las mismas, y se comenzó con la denominada Estructura 13 (que rodea la plaza
circular de 200 m.), la cual mide 60 x 20 m y tiene 6 m de altura.

La
arqueóloga María de los Ángeles Olay comentó que el proyecto arqueológico de
Comala actualmente está en la fase de análisis de materiales recuperados
mediante salvamento, en la cual se determinará la antigüedad de los objetos.

“La existencia de una
zona arqueológica en el municipio de Comala, el cual forma parte del programa
Pueblos Mágicos, y es conocido por sus huertas de café, tamarindo, mangos y
zapotes, significaría un atractivo más para esta localidad, pero sobre todo, un
aporte al conocimiento del pasado prehispánico de esta población”, concluyó.
Foto: http://bit.ly/J6GU4I
12MAG 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *