Cumbre Tajín, vuela alto

Sus organizadores buscan que este festival se entienda no sólo como un evento musical, sino como un acercamiento a una de las culturas más importantes de nuestro país: la totonaca

 

Ciudad de México (N22/Ireli Vázquez).- Han pasado veinte años desde la creación de uno de los eventos más importantes del Oriente de la República Mexicana. Cumbre Tajín, se ha consolidado como un festival que va más allá de un evento musical, llevando conocimientos y tradiciones de la cultura totonaca a toda la población, tanto nacional como internacional.

Del 20 al 24 de marzo se llevará a cabo la edición número veinte de Cumbre Tajín, en el Parque Takilhsukut, la ciudad sagrada de El Tajín, la cabecera municipal de Papantla, y por primera ocasión, las ciudades de Poza Rica y Tuxpan participaran como sedes para convertir al estado de Veracruz en el centro de atención con uno de los eventos culturales más grandes del país.

En entrevista, Salomón Bazbaz Lapidus, director general de Cumbre Tajín, mencionó que “es una satisfacción extraordinaria, son veinte años de bendiciones, pero también con una gran trayectoria, desde hace muchos años dijimos hacer un festival no es suficiente, no puedes prender un cerillo y apagarlo 360 días del año, y luego volverlo a prender. Entonces, empezamos a hacer una serie de desarrollos culturales muy importantes, para que los voladores sean patrimonio de la humanidad, y luego hicimos el Centro de las Artes Indígenas (CAI), y hoy está también considerado como la mejor práctica que salvaguarda el patrimonio cultural por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Lo que empezó como un evento aislado se convierte en un proyecto, luego en un programa y hoy es un modelo reconocido por las más  importantes instituciones internacionales.”

Artistas como: Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Molotov, Ely Guerra, Eugenia León, División Minúscula, Tonana, Mono Blanco, Tribu, y Los Cojolites, entre otros, formarán parte de la edición número 20, en donde Salomón hizo hincapié que “si bien es importante la música en el festival, también es importante que la gente sepa que Cumbre no sólo es eso, un festival de música, sino es un acercamiento a una de las culturas más importantes de nuestro país, los totonacas son el verdadero protagonista del festival y las actividades de esparcimiento han sido un detonante de la regeneración a través de la música y diversas disciplinas artísticas y culturales.”

Cumbre Tajín contará con más de cinco mil actividades, entre ellas el Encuentro Mundial de Medicina Tradicional, una muestra editorial en lenguas indígenas, encuentros de cocina tradicional de México, una reunión de cubanos con veracruzanos, de la comunidad LGBTTTIAQ y la VII Muestra Internacional de Cine, así como exposiciones de arte, códices, instrumentos musicales y cultura totonaca.

“Cumbre es enorme, porque se han creado empleos fijos a maestros tradicionales, voladores, jóvenes, abuelos, que, si no se les hubiera apoyado, hubieran tenido que migrar o hacer otras cosas. En el CAI asisten más de mil niños a la semana. Se trabaja en aproximadamente cincuenta comunidades. A raíz del festival se han creado más de 50 hoteles y aparte se dan becas, entonces hay toda una población de gente totonaca que ha sido beneficiada y ha habido derrama económica durante todo el año, gracias a los impactos del festival y el número de gente que va al Tajín durante todo el año”, especificó Salomón Bazbaz.

Conoce más información aquí https://cumbretajin.com/index.html

 

 

El trabajo de un maestro

Cumbre abre las puertas a todo el público para que conozca la cultura totonaca. Dentro del parque Takilhsukut se encuentra el Centro de las Artes Indígenas (CAI), un lugar donde todo el año se llevan a cabo actividades para que niños y jóvenes de comunidades cercanas, asistan a tomar clases, y aprendan desde su lengua materna, hasta oficios.

Epifanio Hernández García es maestro de La Casa de la Palabra Florida en el CAI, él ha vivido toda la evolución de este festival. A casi 20 años de la creación de este evento, él nos cuenta su experiencia como maestro.

“Desde la creación de las Casas en el CAI, atendemos a los niños de diferentes edades, los sábados los aprovechamos nosotros con las comunidades cercanas, en mi caso, la enseñanza en el idioma totonaco empieza a través de los abuelos, a través de valores que tenemos como indígenas totonacas, se pide permiso ante un altar y ante los abuelos, se da un saludo reverencial y posteriormente se les enseña el idioma totonaco”.

“A los jóvenes les gusta mucho este festival, inclusive a mí que ya tengo más de 60 años, nos da la oportunidad de conocer cosas que no habíamos visto antes, por ejemplo nunca antes había visto voladores de Hidalgo o de San Luis o de Guatemala, a veces nosotros los adultos, que vivimos en un contexto indígena, nos encerramos en nuestros pueblos y desconocemos otras danzas; entonces esto a los jóvenes les gusta mucho porque van aprendiendo y van valorando más la cultura, nos sentimos bien, nos sentimos orgullosos, porque además es un patrimonio que la UNESCO ha declarado.”

Imágenes:  © Ireli Vázquez